Dani García está de vuelta después de permanecer varios días recluido en su domicilio al haber sido contacto estrecho de Jokin Ezkieta, positivo por Covid-19. El de Zumarraga ha trabajado hoy con el resto de sus compañeros y estará a disposición de Garitano para la decisiva cita frente al Betis.
Lo de volver a quedarse en casa era algo que no se terminaba de creer en un principio. “Me dijeron que igual me tenía que confinar y pensaba que era una broma”, reconoció en una entrevista en ETB a la par que manifestó que se quedó “bastante fastidiado” por no poder ir con la Euskal Selekzioa para medirse a Costa Rica, ya que tenía “bastante ilusión por jugar”.
Pero eso es pasado y Dani García ya solo tiene ojos para el rojiblanco. Garitano se la juega, aunque el centrocampista dejó claro que no es únicamente un problema de banquillo: “Venimos de una dinámica mala, con un principio malo, y tenemos que darle la vuelta entre todos, no solo fijarse en el entrenador”. Lo que no escondió son las carencias del Athletic. “Tampoco vamos a ser ciegos, claramente tenemos que mejorar nuestro juego. Si no estamos ganando no hay que buscar excusas, hay que ver la realidad”, sostuvo.
Una espina tiene Dani García en los años que acumula en Bilbao. “Aunque hemos llegado a la final de Copa y a una Supercopa, el no haber jugado en Europa es algo que tengo clavado y que quiero hacer”, aseguró el guipuzcoano.
No contarán a corto plazo con el aliento de San Mamés para alcanzar su meta. El público “te hace estar activado mentalmente”, a diferencia de lo que sucede con las gradas sin gente. “Cada vez que recibes el balón se escucha el runrún ese de ‘ey, que te lo van a quitar’”, resaltó Dani. Un claro hándicap, a su juicio, cuando se encuentran a ras de césped: “Con el campo vacío a veces te relajas mucho más con balón”.
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