El partido de hoy es probablemente el encuentro más importante de la historia reciente de la Real. El equipo de Imanol está a tan sólo dos pasos de volver a jugar una final. El nuevo y remodelado estadio de Anoeta se levantó para ocasiones como las de hoy. Su gente no le va a fallar y el feudo de Amara ya está vestido como en las mejores galas.
La batalla comienza a las 21.00 horas, pero la hinchada dará el primer paso bien pronto. La afición, volcada y desbordante de ilusión, está citada a las 19.00 horas en la Avenida de Madrid para dar la bienvenida al autobús del equipo con la intención de poner la primera piedra en el camino. Reinarán las camisetas txuri urdin y las bufandas volarán al viento mientras el respetable se dejará la garganta para alentar a los suyos. Será el preludio al primer asalto de las semifinales.
El equipo llegará por la citada calle y tendrá que superar una marea azul y blanca de gente. Tras plantarse delante de Anoeta, el autobús girará hasta el Paseo
de
Errondo antes de meterse en el parking de Anoeta. La emoción sobrevolará Amara.
Tras el pitido inicial, el ambiente amenaza con ser estremecedor. Pese al horario nocturno, se espera que Anoeta presente una buena imagen con una asistencia superior a los 30.000 espectadores. El club no ha querido dejar pasar la ocasión de hacer un llamamiento para que ningún asiento se quede vacío. Los carnets ‘Bat, Bi, Hiru, Lau, Bost, Sei’ con asiento podrán ser utilizados por cualquier persona y recuerdan que, de no poder acudir, al encuentro la localidad puede ser cedida mediante la aplicación. Nadie se lo quiere perder.
Un trocito de Miranda
Si la Real va a estar debidamente arropada por su gente, el Mirandés no iba a ser menos. Los rojos llenarán la zona visitante de Anoeta tras arrasar con las entradas hasta tal punto de que la Real tuvo que envíar durante el día de ayer otras 300 localidades. Los no afortunados que se quedaron sin premio no se quisieron perder la cita y compraron billete en otras zonas del estadio. El color rojo del Mirandés también estará presente en Anoeta.
La Real ha querido pulir todo tipo de detalles y para que el ambiente sea infernal dejará un aplaudidor que tendrá una doble función: durante el Txuri Urdin tendrán que ser levantados y tras el pitido inicial serán el arma perfecta para generar ruido en cada ocasión realista. La historia se escribe en días como los de hoy.
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