Con motivo del Día Internacional del Orgullo 2022, cuando se cumplen 30 años desde los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, ha tenido lugar el encuentro ‘Deporte inclusivo y diversidad LGBTI’ en CASA SEAT, organizado por REDI, Red Empresarial por la Diversidad e Inclusión LGBTI.
Nora Gómez es de esas personas con las que deberías hablar una vez en la vida. 50 años lleva sobre el hielo en el deporte que tanto ama, el hockey. Madurez, tranquilidad, saber estar, luchadora, deportista, admiración, referente. Estas son algunas de las palabras que podrían describirle. Que accediera a atender a Mundo Deportivo ha sido un privilegio.
Nora cuenta lo que ha llovido desde que empezó a practicar este deporte “cuando era un crío en el Txuri-Urdin, el equipo de mi ciudad de Donosti”. Se casó, subió a veteranos y tuvo un hijo. Pero nada le detuvo de “seguir jugando torneos, campeonatos y demás”, excepto “mi transición”, cuenta Gómez.
“Decir, voy a parar y voy a hacer este proceso no fue nada fácil”, se sincera la jugadora de hockey sobre hielo. Explica que es consciente de que no lo hizo antes “por miedos que tenemos, por las pérdidas que podemos tener”.
Ella, en ese momento, sabía que era difícil hacer ese proceso porque “ya tienes una vida, aunque lo vives en tu “closet” (armario)”. “No terminas de dar el paso porque tampoco has tenido esa información como la tenemos ahora”, detalla Nora.
Desde su experiencia cuenta que “si hubiera sido mi juventud ahora hubiera sido una maravilla, porque ya hay referentes, gente que ha empezado, gente que se ha cambiado con más facilidad”. Sobre todo destaca el acceso que hay en estos días a las hormonas que son necesarias “para poder iniciarte en este proceso”.
“¿Soy la persona más rara del mundo? Porque, ¿a qué tío le pasa lo que me pasa a mí?”, se preguntaba Nora. Tiene claro que “cuesta tomar la iniciativa de un proceso, pero es que tu cuerpo te lo va exigiendo. ¿Qué hago en este cuerpo que no es el mío?”. Nora
reconoce que no tuvo referentes trans en el mundo del deporte, pero sí que lo encontró fuera de él. Bibi Andersen fue un referente para ella, porque “en ella sí que me vi al menos reflejada, por lo menos veo a alguien que soy yo”.
A día de hoy Nora se define como “una mujer muy feliz, soy feliz siendo lo que soy ahora”. Y es que no te hace falta conversar más de dos minutos con ella para comprobarlo. Ella misma se enorgullece de “haber dado el paso, que sé que lo tendría que haber hecho antes, pero las cosas llegan cuando llegan”.
Cuando habló con su hijo sobre el proceso “tuve mis más y mis menos”, llego a decirle “Nora va a matar a mi padre”. “No, Nora es tu padre y lo seguirá siendo toda tu vida”, fue la contestación de la deportista a su hijo. Tras un par de conversaciones con él “vio que sí que podía ser y así ha sido”.
“Él me llama “papá”, siempre me ha llamado “papá” desde pequeñito. Nunca nos ha llamado ni a su madre ni a mí por el nombre, siempre “papá” o “mamá””, explica Nora. Hacia su hijo solo tiene buenas palabras, porque como dice ella: “¿Qué voy a decir de mi hijo?”.
Su hijo le ha aceptado tal y como es, pero no solo eso, sino que su hijo fue el último empujón que necesitaba Nora para entrar en el equipo femenino de hockey sobre hielo. El equipo se lo propuso y su hijo fue la persona decisiva que le hizo dar el paso de volver al hockey sobre hielo tras su decisión.
“Llega un momento que te dice: “Si es lo que te gusta, pues anímate y ya está. Ya que te están pidiendo que vengas, pues por lo menos prueba”. Eso es lo que hice, probar y aquí estoy”, detalla Nora sobre su nueva etapa deportiva.
En el momento que decidió dar el paso de volver a jugar hockey sobre hielo, se encontró que todo su entorno era seguro: “Tuve aceptación total por parte de mi equipo, de toda la federación y de todos los equipos. A mí nadie me ha dicho nada en contra, nadie me ha puesto el negativo”.
Cuando empezó en el equipo femenino, le pusieron en un vestuario aparte, ella sola. Nora lo aceptó, pero sus compañeras no. “Primero se sumó una compañera al vestuario donde me cambiaba sola. Al día siguiente se unieron otras tres, luego otras diez. Hasta que llegó un momento en el que no cabíamos en ese vestuario y decidieron que todas estuviéramos juntas”. Como tendría que haber sido desde un principio.
La jugadora de Milenio Panthers de Logroño reconoce que tuvo un ambiente seguro y se sintió aceptada en todo momento, pero “hay otros casos que pasan cosas distintas, por eso vamos a hacer el camino para que estas cosas vayan en positivo”.
Para muchas personas, Nora Gómez ha sido, es y seguirá siendo un referente, por ello lanza un mensaje a esas personas que están pasando por un momento parecido: “Que tomen la decisión que les apetece en realidad. Que lo hagan y que tomen la decisión fuertemente porque de verdad es importantísimo que te sientas tú con la fuerza para poderlo hacer”.
Nora deja claro que nadie te tiene que invitar a hacer este proceso, porque tienes que “ser tú quien tome la decisión y una vez tomada todo es más fácil”. “Vas con la cara por delante y entonces te van a aceptar. Al final tienes tu DNI que te dice lo que eres”, justifica la jugadora de hockey sobre hielo.
Gómez tiene claro que “al final todo el mundo es igual, al baño vamos todos”. Ella tiene claro que le da igual “lo que seas, al final tiene que haber una diversidad y vamos hacia adelante”. Nora acaba dando una lección de vida: “Si yo puedo ayudar a una persona que ayude a tomar una decisión, ya está bien. Ya me vale lo que hago”.