A tres días del comienzo de la cumbre mundial del clima en Glasgow (Escocia), la COP26, Naciones Unidas ha lanzado un impactante vídeo en el que trae de vuelta de la extinción a un dinosaurio para advertir a los gobiernos sobre la necesidad de más acciones para frenar la amenaza del cambio climático. Con imágenes generadas por ordenador, este corto comienza con la irrupción de uno de estos animales en el icónico plenario de la sede de Nueva York de esta organización, provocando el pánico entre los delegados del mundo.
“Nosotros al menos tuvimos un asteroide”, dice desde la tribuna de oradores el dinosaurio, para incidir en que el calentamiento del planeta es una amenaza bien conocida que no pilla por sorpresa a nadie. “¿Cuál es vuestra excusa?”, incide.
El Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) ha elegido a este personaje extinto para que sea imagen de Don’t choose extinction, una campaña que quiere visibilizar cómo los subsidios a los combustibles fósiles están retrasando el progreso contra el cambio climático. El cortometraje, que se podrá ver en 35 idiomas, ha contado con las voces de la actriz Eiza González en castellano, el actor de Juego de Tronos Nikolaj Coster-Waldau en inglés y la senegalesa Aïssa Maïga, que lo ha doblado en francés.
“El corto es divertido y atractivo, pero los temas que trata no podrían ser más serios”, ha señalado Ulrika Modeer, directora de la Oficina de Relaciones Externas y Promoción del PNUD. “Queremos que el corto entretenga, pero también queremos concienciar sobre lo crítica que es la situación. El mundo debe profundizar la acción climática si queremos tener éxito en mantener nuestro planeta seguro para las futuras generaciones”.
La importancia de una transición ecológica
Un nuevo informe del organismo internacional, publicado al hilo de esta campaña, revela que el mundo gasta 423.000 millones de dólares (307.862 millones de euros) al año en subsidiar los combustibles fósiles. Este dinero, según este mismo estudio, podría cubrir el coste de las vacunas covid-19 para cada persona en el planeta, o financiar tres veces la cantidad anual necesaria para erradicar la pobreza extrema mundial. Es decir, por cada dólar que se invierte para abordar la crisis climática se gastan cuatro en financiar de manera pública el gas, el carbón o el petróleo.
El mundo gasta 423.000 millones de dólares (307.862 millones de euros) al año en subsidiar los combustibles fósiles. Este dinero, según este mismo estudio, podría cubrir el coste de las vacunas covid-19 para cada persona en el planeta
“La pandemia de la covid-19 ha dejado al descubierto aspectos obsoletos de la economía mundial. Incluye el hecho de que el mundo sigue gastando miles de millones en subsidios a los combustibles fósiles, mientras que cientos de millones de personas viven en la pobreza y la crisis climática se acelera. Como telón de fondo, debemos preguntarnos: ¿es la subvención de los combustibles fósiles un uso racional del dinero público?”, ha expresado Achim Steiner, administrador del PNUD, en la rueda de prensa de presentación del informe y la campaña.
Pero Frankie no ha acabado su discurso, tiene más mensajes que lanzar a los Gobiernos: “Piense en todas las otras cosas que podría hacer con ese dinero. En todo el mundo, la gente vive en la pobreza. ¿No crees que ayudarlos tendría más sentido que … pagar por la desaparición de toda tu especie?”.
La publicación de este informe se presenta en la misma semana en la que la ONU ha enmendado los planes de los Gobiernos sobre cambio climático y ha pedido que deben duplicar sus promesas de recorte de emisión de gases invernadero para esta década si se quieren mitigar los efectos del calentamiento global. Desde el pasado nueve de agosto, cuando el grupo de expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicase su informe de evaluación, la conclusión es clara: el cambio climático es una realidad y es la crisis que define nuestra era.
Se calcula que la contaminación atmosférica por sí sola provoca cada año siete millones de muertes prematuras en el mundo, el 90% de las cuales se producen en los países en desarrollo, según un informe de la OMS. Las reformas de los subsidios a los combustibles fósiles beneficiarían, por tanto, a la salud y el bienestar humano, además de contribuir a reducir las emisiones de CO₂. En un estudio realizado en 26 países en desarrollo por el PNUD, se constató que la eliminación de las ayudas al carbón, petróleo y gas podría reducir las emisiones en un promedio del 6,4% para 2025, respecto de un escenario sin cambios.
“Abordar los subsidios a los combustibles fósiles es un tema políticamente delicado, pero los hechos muestran que la reforma es necesaria y, cuando se hace correctamente, ayuda a los pobres, crea empleos y protege el planeta”, ha explicado George Gray Molina, economista principal de la Oficina de Apoyo a políticas y programas de PNUD y coautor del estudio. “Esperamos que esta investigación catalice la conversación sobre el papel fundamental que puede tener la reforma para impulsar transiciones ecológicas y justas en todos los países”.
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