Un gol antes del parón y una asistencia en el retorno. A pesar de que tres meses sin competición le pesan a cualquiera, Willian
José puso de relieve en la jugada del empate frente a Osasuna que no ha perdido un ápice de la calidad que le ha permitido triunfar como txuri urdin. El brasileño, al que quizá todavía le falta ese punto de madurez para convertirse en un futbolista de lo más completo, demostró, en pocos segundos, que el confinamiento y la desconexión de los terrenos de juego no han ido con él.
En un partido incómodo para la Real, sin demasiado brillo en ambos lados del terreno de juego, y complicado para él, por el férreo y estricto control al que le sometieron los tres centrales de Osasuna, Willian
José ofreció el enésimo argumento sobre cómo se debe desenvolver un auténtico ‘killer’ de este deporte.
Porque al margen de su versión más depredadora, en la que desenfunda sin compasión dentro del área, el ‘9’ blanquiazul también tiene otra cara de igual o mayor valor: la que le permite arrancar desde más atrás y erigirse en el conductor del ataque. Inicia y ejecuta.
Así, tras aprovechar un servicio de Merino, encargado de romper la armonía de Osasuna, Willian
José puso la directa hacia la portería de Rubén. Sin dejarse intimidar por la presión de sus dos guardaespaldas vestidos de rojo, y sin perder de vista a Oyarzabal, su mejor compañero de faenas junto a Portu, Willian
José marcó los tiempos con parsimonia. Arrastró a la defensa hacia un lado y cedió el esférico en el momento exacto. A Oyarzabal, que recibió el regalo completamente solo, le quedó la tarea de driblar al guardameta de Osasuna.
Curiosamente, el de Porto Calvo ha dejado sus dos últimas notas de calidad en dos silencios que se le atragantan a cualquier jugador que se contagia, y de qué manera, de la pasión que le brindan sus aficionados. En Ipurua contribuyó a tumbar al Eibar tras definir con la izquierda dentro de la olla frente a Dmitrovic y ante Osasuna asomó en el momento exacto para poner a la Real en camino hacia los puntos tras un inicio de lo más flojo.
Gana el pulso a Isak
La Real no desplegó la brillantez que se le presupone en el retorno a LaLiga. Y Willian
José lo acusó. Busco con ahinco el balón lejos de los dominios de Rubén, trató de conectar con algún pelotazo suelto de Monreal y logró conectar, aunque sin consecuencias, un servicio de Zaldua desde la derecha.
Su detalle llegó en el momento preciso, porque segundos después de la celebración dejó su lugar a un Isak que apenas tuvo incidencia en la última media hora de partido.
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