Dirk Nowitzki se sumó a las muestras de apoyo de los deportistas a los manifestantes que llevan más de una semana inundando las calles de Estados Unidos para reivindicar la falta de igualdad y el racismo que todavía impera entre las autoridades del país.
A través de Twitter, el exjugador de los Dallas Mavericks expresó sus condolencias para la familia de George Floyd y el resto de familias afectadas por el racismo y la injusticia social: “Estoy devastado y entristecido por continuar viendo estas cosas una y otra vez. Temo por el futuro de mis hijos. Las familias se han sentido así durante varias generaciones. ¡Necesitamos un cambio ahora!”
“¿Podemos ser amables y respetuosos?”, se pregunta Nowitzki. “¿Podemos escuchanos y aprender los unos de los otros? ¿Podemos educar a nuestros hijos? Tenéis mi compromiso, mi apoyo, mis oídos y mi voz”.
La reacción de Nowitzki llegó días después de que muchos de sus excompañeros en Dallas y el propietario de la franquicia mostraran también su apoyo a las reivindicaciones. Según Mark Cuban, los únicos que deberían cambiar en esto son los blancos.
Nowitzki está casado con Jessica Olsson, una mujer de origen keniano y sueco, y tiene dos hijos con ella. Cuando la pareja apareció en la gala de los premios ESPYS en 2012, muchas voces destacaron el enlace entre razas, algo que obviamente él no ve como nada destacable ni del otro mundo.
“Dirk se ha hecho con una hermana”, tuiteó Evan Turner. “Dirk se ha ligado a una chica negra”, comentó Hassan Whiteside. No eran comentarios negativos, pero sí que mostraban cierta sorpresa por algo que debería ser normal a estas alturas. “Habiendo crecido en Alemania y jugando al baloncesto, siempre he estado rodeado de todo tipo de razas. Para mi el color de piel o la raza nunca me ha importado nada, y esa es la belleza también del deporte”, decía Nowitzki en una entrevista con The Undefeated.
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