Otra noche de protesta contra Glen Taylor, dueño de los Minnesota Timberwolves, en esta postemporada de la NBA. Se trata de la tercera acción de activistas animalistas en los últimos cinco partidos de los Minnesota Timberwolves, la franquicia de la cuál el empresario milmillonario será dueño hasta 2023, cuando dará relevo a un nuevo equipo propietario liderado por Alex Rodríguez, ex-estrella del béisbol en Estados Unidos.
No fue con pegamento como en la primera ocasión, pero la aparición de una espontánea vestida de árbitro junto a Taylor, sentado en primera línea y a una silla del banquillo de su equipo sorprendió por la accesibilidad de las activistas. La intención de la mujer que saltó al campo justo al lado de Taylor era “expulsarle y multarle” figuradamente del encuentro como lo haría un árbitro con un jugador de su equipo y luego sancionaría la liga.
Los miembros de seguridad fueron diligentes y solventaron la situación en segundos, aunque cuando se llevaban a la primera manifestante apareció otra a pie de pista, justo detrás de Taylor, que también sacó la camiseta con el lema “Glen Taylor asa animales vivos” que protesta contra los abusos contra aves en una granja industrial del empresario.
La estadística, curiosamente, favorece a los Wolves y la organización Direct Action Everywhere bromeó sobre el asunto en redes sociales: “Cuando protestamos, los Timberwolves tienen un balance de 3-0, cuando no un 0-2”.