Ferrari juega con fuego, de nuevo. Después de que tan solo una semana antes, en Singapur, Leclerc se quejara por radio de la estrategia de Ferrari de parar antes a Vettel, algo que le quitó el triunfo al monegasco y se lo entregó al alemán para conseguir un doblete de Ferrari que de otra manera hubiera sido imposible, la tensión en las radios volvió a repetirse este domingo en Sochi, en el GP de Rusia de F1.
Vettel adelantó en la salida a Hamilton aprovechando el rebufo de Leclerc en los primeros metros y posteriormente, pasó a Charles al posicionarse muy cerca de su compañero monegasco. Leclerc le entregó el interior para que Lewis no optara por atacar al alemán. Un movimiento que posteriormente se conoció por las radios de los dos protagonistas que se trataba de una estrategia pactada antes de la carrera. Pero en dicho pacto, también estaba estipulado que Vettel le devolvería la posición a Leclerc, algo que no se produjo de buenas a primeras.
Charles reclamaba su posición de forma educada. Ferrari le decía a Vettel que dejara pasar al piloto de 21 años porque en teoría, por lo exhibido en entrenamientos, tenía más ritmo. Ferrari sabía que tenía que aprovechar el rendimiento de los neumáticos blandos de inicio para escaparse de los Mercedes, que montaban compuesto medio. No hacerlo podía significar perder la carrera ante los de la estrella por las diferencias de estrategia. Pero Vettel pidió una prórroga: “Dádme dos vueltas más”, demandaba. Quería demostrar que podía ser el más rápido en pista.
Pasaron tres giros, y las posiciones se mantenían. Vettel decía que Charles se acercara más porque no quería perder tiempo dejando pasar a Leclerc. Y Leclerc, por su parte, no quería acercarse tanto porque sabía que rodar muy cerca de Vettel le haría degradar más los neumáticos. Parecía el juego del gato y el ratón, y así las cosas seguían iguales.
Ferrari cambia la estrategia y Charles se enfada
Tras la desobediencia de Sebastian, poniendo palos sobre las ruedas al plan establecido, Ferrari decidió cambiar sobre la marcha. “Realizaremos el cambio de posición más adelante”, le decían a Leclerc.
Mientras Charles reclamaba lo que era suyo: “He hecho lo que me habéis pedido. Yo he dado el rebufo como habíamos pactado. He tirado las primeras vueltas. Entiendo la decisión, la respeto, pero bueno…”, decía Leclerc que el jueves decía que no volvería a quejarse como lo hizo en Singapur. “debo aprender a callarme”, expresó, y unos días después, sus palabras fueron mucho más calmadas pese a la normal crispación que sentía.
En la vuelta 16, a 3.6 segundos de Vettel, le comentaron a Leclerc que podía apretar, dejándole entender que si recortaba la distancia que le separaba con Seb, podría pasarle. “Puedes apretar ahora”. Pero en ese instante, Sebastian marcaba una vuelta rápida. De hecho, el ritmo del alemán había sido mejor desde el inicio, algo lógico y que no hay que tener en cuenta para defender al tetracampeón, puesto que es normal que fuera más veloz al tener aire limpio. Fue rápido, pero todo partió de una desobediencia que dejó de nuevo a Leclerc por detrás, tremendamente enfadado.
Ferrari resuelve bien la situación
Finalmente, el equipo de Maranello decidió resolver la situación de la mejor manera: en boxes. Pararon a Leclerc en la vuelta 21 y posteriormente a Vettel, en la vuelta 26, para que el monegasco completara un ‘undercut’ sobre su compañero.
Y finalmente la historia se acabó con Vettel aparcando el coche a un lado tras salir de boxes, teniendo que abandonar. Ello regaló una parada gratis a Hamilton que le dio la vida. Lewis lo aprovechó y se puso líder antes un Charles que si hubiera podido tirar desde el principio posiblemente no hubiera perdido la primera plaza.
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