La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo atendió este jueves en la mañanera el encontronazo protagonizado ayer entre el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch.
La tarde del miércoles, el mandatario salvadoreño llamó a consultas a su embajadora en México, después de que Harfuch afirmó que un avión del narcotráfico había salido desde su país.
En un post en X, exigió al gobierno mexicano “una aclaración y rectificación inmediata” sobre comentarios del secretario de Seguridad.
“Nunca hubo mala fe ni nada, sino sencillamente se aclaró el tema y punto”, afirmó Sheinbaum sobre el asunto, llamando a no polemizar lo sucedido tras lo que “aclaró” Harfuch más tarde.
Todo surgió a raíz de que el titular de la SSPC, en una rueda de prensa, había afirmado que una avioneta pilotada por narcotraficantes procedía de El Salvador antes de ser interceptada en Colima (México).
“En Tecomán, Colima, derivado de labores de vigilancia y protección del espacio aéreo mexicano, personal del Centro Nacional de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo detectó una aeronave procedente de El Salvador que transportaba 428 kilos de cocaína y fueron detenidas 3 personas. El costo de la droga es de 96 millones de pesos”.
Bukele compartió un mapa de la supuesta trayectoria del avión, que lo mostraba apareciendo frente a Costa Rica, al sur de El Salvador, antes de dirigirse hacia el norte a través del Pacífico.
La aeronave sobrevoló el océano Pacífico y jamás tocó territorio salvadoreño.
Según las autoridades mexicanas, los tres hombres a bordo fueron arrestados y se incautaron 427 kilogramos de cocaína después de que el avión aterrizó en Colima.
Bukele recalcó que los capturados eran todos mexicanos e incluso apuntó sus nombres.
“El Salvador no encubre criminales ni tolera el narcotráfico, no lo hicimos antes, no lo haremos ahora”, dijo Bukele. “Tampoco permitiremos que intenten involucrarnos en operaciones que no nos corresponden ni nos pertenecen”.
El secretario no admitió error alguno ni pidió disculpas, pero sí corrigió un elemento clave de su primera narración en la conferencia presidencial. Ahora, afirmó que se detectó una “traza de interés a 200 km al sur a la altura de San Salvador”, cuando originalmente había mencionado “una aeronave procedente de El Salvador”.
Adjuntó un mapa, en el que se aprecia que la aeronave pasó al sur del país que gobierna Bukele, sin mencionar a Nicaragua ni Costa Rica.
Posteriormente, el presidente salvadoreño exigió una aclaración más profunda, hasta dejar en claro que el cargamento no tiene que ver con su país:
“Señor Secretario, con todo respeto, la información que usted comparte está vez, si bien es real, omite señalar que no existe ningún indicio de que la aeronave proviniera de El Salvador.
Por el contrario, no se trataba de una aeronave salvadoreña ni contaba con tripulación salvadoreña. Podemos concederle el beneficio de la duda y entender que lo expresado en la conferencia de prensa pudo haber sido un malentendido, pero esperamos una aclaración más precisa.
Debe quedar absolutamente claro que no existe ni el más mínimo indicio de que esa aeronave haya partido de nuestro país, ni de que alguien en El Salvador esté vinculado con ese cargamento de droga”.