Nuoc cham, la salsa vietnamita más famosa


El curry tailandés es una pasta de hierbas, frutos -chiles- y especias. Los ingredientes básicos que lo conforman son la citronela, la galanga, el ajo, el cilantro y el chile. Hay diferentes variedades según el color de los chiles y las especias empleadas: los más comunes son el curry rojo, el verde y el amarillo. Para no extender el tema demasiado, lo que diferencia al curry verde -que prepararemos hoy- del resto es el uso de chiles verdes, mayor cantidad de hierbas y, especialmente, el uso de albahaca.

Hacer un curry tailandés como tal es complicado, ya que requiere una serie de ingredientes que no son fácilmente accesibles, de modo que haremos una versión sencilla y casera para todos los bolsillos y públicos: cebollas, piel de limón, jengibre, ajos y algunas especias conformarán la base de nuestro condimento. Lo mejor: tendremos una pasta con un sabor y aroma muy potentes, que podremos congelar sin problema y usar cuando queramos para enriquecer nuestros salteados o sopas.

Para hacer el plato aún más sencillo, partiremos de un caldo de pollo al que añadiremos arroz y gambones. Aunque pueda ser un proceso que requiere cierto tiempo, el resultado merecerá la pena. Además, podéis tunear la pasta de curry a vuestro gusto: esta versión es completamente vegana, pero si tenéis acceso a salsa de pescado o pasta de gamba fermentada -se utiliza mucho en Tailandia- podéis marcar la diferencia. Si no os gusta demasiado el picante, añadid menos chile -siempre sin semillas- y ajustad la cantidad de hierbas y especias. Vuestro gusto manda.

Dificultad

Tiene algo de trabajo, pero no es nada complicado.

Ingredientes

Para el curry verde (para varias raciones)

  • 1 cebolla blanca en trozos
  • 6 dientes de ajo aplastados
  • 8-15 chiles verdes (lo ideal sería encontrar tailandeses)
  • La piel de un limón y medio (sin la parte blanca)
  • 1/2 cucharada de jengibre fresco picado
  • 15-20 g de cilantro (con su tallo)
  • Unas 15 hojas de albahaca
  • 1,5 cucharaditas de comino en grano
  • 1/2 cucharadita de pimienta molida
  • 1,5 cucharaditas de sal
  • 1/2 cucharadita de cúrcuma en polvo (opcional; por el color)

Para la sopa (para 2 personas)

  • 6-8 gambones
  • 2 cucharadas de curry verde
  • Unos 200 g de arroz blanco (jazmín, basmati o cualquier grano largo)
  • 500 ml de caldo de pollo
  • 250 ml de leche de coco

Para decorar

  • Cebolla morada
  • Hojas de cilantro y albahaca

Preparación

  1. Preparar la pasta de curry triturando todos los ingredientes a baja potencia hasta conseguir una consistencia pastosa. Apartar dos cucharadas y reservar el resto (se puede congelar en cubiteras, para tener raciones de más o menos una cucharada siempre a punto).
  2. Saltear las cabezas y las cáscaras de los gambones con una cucharada de aceite de oliva hasta que suelten todo su sabor y aroma en él, aplastándolos para facilitar el proceso. Retirarlos de la olla y añadir dos cucharadas de la pasta de curry y otras dos de leche de coco. Saltear removiendo un par de minutos.
  3. Añadir el arroz y saltear hasta que absorba la grasa (un minuto y medio, más o menos). Añadir el caldo de pollo y hervir cinco minutos. Añadir la leche de coco restante y cocinar a fuego bajo hasta que el arroz esté en su punto.
  4. Apagar el fuego y añadir el cuerpo de los gambones. Dejar reposar unos 5 minutos y servir con cebolla cortada muy fina, hojas de cilantro y albahaca.

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