WASHINGTON DC — Tal vez vinieron de China. Tal vez de algún lugar más lejano. Mucho más lejano.
Los cuatro objetos aéreos derribados por aviones de guerra estadounidenses han provocado una desinformación rampante acerca de los artefactos, su origen y propósito. Es una prueba más de cómo la combinación de eventos complejos y la falta de información se combinan para dar lugar a las conjeturas infundadas y la desinformación.
“Habrá una investigación y sabremos más, pero hasta entonces esta historia ha creado un caldo de cultivo para la gente interesada en especular o en agitar las aguas para sus propios fines”, dijo Jim Ludes, un exanalista de defensa nacional y ahora director del Centro Pell de Relaciones Internacionales en la Universidad Salve Regina.
“En parte”, añadió, “porque justifica tantas narraciones sobre los secretos del gobierno”.
El presidente Joe Biden y altos funcionarios en Washington han dicho muy poco sobre los artefactos derribados, el primero de los cuales, semanas atrás, fue un presunto globo espía chino. Desde entonces se han derribado otros tres objetos no identificados, el más reciente de ellos el domingo pasado sobre el lago Huron, en la frontera de Estados Unidos con Canadá. Funcionarios del Pentágono dijeron que no significaban amenazas para la seguridad, pero sin revelar sus orígenes ni propósitos.
El lunes, muchos sitios en redes sociales en Estados Unidos estaban pletóricos de teorías de que Biden había lanzado los artefactos para distraer la atención de la gente de problemas más apremiantes, como la inmigración, la inflación, la guerra en Ucrania o las investigaciones republicanas a su hijo Hunter Biden.
Si bien estas teorías abundaron sobre todo en sitios marginales frecuentados por gente de ultraderecha, los rumores infundados y las teorías conspirativas también aparecieron en Twitter, Facebook y otras plataformas.
Una de las teorías más difundidas insinúa que la Casa Blanca y el Pentágono utilizan los artefactos voladores para distraer la atención de un derrame de productos químicos semanas atrás en Ohio.
Ese accidente, provocado por el descarrilamiento de un tren, sucedió días antes de que derribaran los artefactos más recientes, y recibió amplia cobertura periodística. Con todo, seguía siendo el tema más buscado en Google el lunes, muestra de que sigue despertando amplio interés en el público.
Las teorías engañosas sobre los objetos voladores también han provocado amenazas violentas, según un análisis del SITE Intelligence Group, que rastrea la retórica extremista online. Después que la Casa Blanca dijo que varios vuelos espía se produjeron y no fueron detectados durante la presidencia de Donald Trump, un artículo que circuló en sitios de ultraderecha llamó a la ejecución de funcionarios de esa presidencia que hubiesen ocultado información.
EEUU cree que los tres objetos derribados no están ligados a China
EEUU cree que los tres objetos voladores que derribó en los últimos días no están ligados a China y podrían ser entes usados para fines comerciales o de investigación, totalmente inofensivos, dijo este martes John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca.
Kirby, sin embargo, puntualizó que esa información es provisional y que Estados Unidos sigue buscando los restos de esos tres objetos para analizarlos y tener una mejor idea de su naturaleza.
“Por ahora, y estoy avisando que es solo por ahora, no hemos visto indicios o nada que apunte a la posibilidad específica de que estos tres objetos sean parte del programa de espionaje de la República Popular China, o que hayan estado implicados en algún tipo de recolección de inteligencia”, manifestó en una llamada con periodistas.
Kirby reveló que la inteligencia estadounidenses está barajando la posibilidad de que los objetos estén ligados a entes comerciales o de investigación y que sean “totalmente benignos”.
Estados Unidos abatió el pasado 4 de febrero un globo “espía” chino sobre aguas del Atlántico frente a las costas de Carolina del Sur, y en los últimos tres días ha derribado otros tres objetos voladores en su territorio y Canadá, de los que de momento no ha podido confirmar su origen.
Tras el incidente del globo “espía” chino, el Gobierno de Joe Biden acusó al Ejecutivo chino de haber desarrollado, con la implicación de sus Fuerzas Armadas, un “programa” de globos de espionaje, que ya han sobrevolado más de 40 países en cinco continentes.
Por su parte, el Gobierno chino aseguró que el primer objeto derribado era un globo meteorológico que se desvió de su trayectoria y ha denunciado que al menos diez globos estadounidenses han sobrevolado China en el último año, algo que EEUU niega.
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