La presión se le están autoimponiendo ellos mismos y el mandato viene desde arriba. Roberto
Olabe proclamaba aquello de que “queremos ser terceros” y Jokin
Aperribay fija para la Real
Sociedad como nítido objetivo una plaza entre los cuatro primeros de la clasificación esta temporada. La ambición es máxima y, hasta que la competición y los partidos en junio y julio no digan lo contrario, el objetivo es claro y único: el pasaporte para la próxima edición de la Champions League. El inconveniente, en todo caso, es doble: ganarse una plaza entre los cuatro mejores de la llamada mejor liga del mundo está carísimo a tenor de las estadísticas de las 10 últimas temporadas y el calendario que le espera a la Real no es el más asequible precisamente. Y, además, los competidores son auténticos lobos. El reto, en consecuencia, es mayúsculo.
El caso es que la producción de puntos para obtener esa ambiciosa meta debe ser elevadísima para una Real que ya acumula 46 tras la disputa de las primeras 27 jornadas de Liga. Si pudiera mantener esa proyección hasta el final, y sumar así 64,7 puntos, podría ser suficiente para, por lo menos ser cuartos. Pero en Anoeta son conscientes de que deben elevar el ritmo de suma porque la clasificación está muy apretada y porque todos arrearán. El Sevilla (47 puntos), la Real (46), el Getafe (46), el Atlético (45) y el Valencia (42) pelean por lo mismo y también tienen muy buenas plantillas. Especialmente peligroso, como es lógico, es el cuadro colchonero. El colchón de ocho puntos con respecto al octavo, el primero que se queda sin Europa League, también es tranquilizador, aunque no se debe perder de vista.
Más de seis victorias, seguro
Atendiendo a las estadísticas registradas en los últimos 10 años en Primera, la Real necesitaría entre seis y siete victorias para alcanzar un puesto en la Champions
League. El tercer clasificado en la Liga ha firmado una media de 75,4 puntos en las últimas 10 campañas ligueras. Para llegar a ese guarismo, improbable este curso con una tercera posición más abierta, los txuri urdin deberían obtener la friolera de 29 puntos de 33. Vamos, prácticamente tendría que ganarlo todo. Nadie aspira a eso y más teniendo en cuenta que el actual ocupante de la plaza, el Sevilla, luce sólo un punto más, 47.
Y es que esa tercera posición ha sido plaza vedada para el Real
Madrid y el Atlético en los últimos ocho años. En la temporada 2015/16, el cuadro colchonero obtuvo el bronce con la friolera de 88 puntos, cifra propia de campeón de Liga. El Madrid llegó a los 87 puntos en la 2013/14.
Para ser cuartos, la historia es bastante menos exigente. El promedio de puntos conseguido por las 10 últimas escuadras que han quedado en la cuarta plaza es de 66,6 puntos. A la Real le faltan casi 20 puntos para alcanzar esa cifra. Eso supone ganar siete partidos más, aunque, habida cuenta de la cosecha obtenida por cada equipo hasta la fecha, quizá podría valer con seis. En todo caso, la lucha va a ser encarnizada.
La Real dirimirá su suerte, además, contra rivales directos en su pelea. Tendrá enfrente al Getafe en el Coliseum, al Sevilla en casa y al Atlético en el Wanda en el último encuentro del año. Tampoco hay que olvidar que visita en El Madrigal a un siempre incómodo Villarreal, su particular ‘bestia negra’. Incluso con ocho puntos menos es una amenaza.
Factor cancha
Todavía es una especulación, nada seguro, aunque en ello se viene trabajando desde hace semanas. LaLiga puede acabar con público en las gradas. Pero ese factor cancha no va a beneficiar tanto a la Real por una cuestión de fechas. Si todas las comunidades están en Fase 3 y el CSD da luz verde, los clubs pretenden tener cubierto un tercio del aforo de sus estadios a partir del 29 de junio. La Real ya habrá jugado tres de sus seis partidos en casa para esa fecha. Faltarían por pasar por Anoeta Espanyol, Granada y Sevilla.
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