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Obstáculo final


La Real, al igual que todo el fútbol profesional, aguarda con la esperanza de que la semana que ayer comenzó sea la última en la que sus futbolistas permanezcan confinados en sus domicilios, entrenándose en solitario, por su cuenta. Todos los clubs de Primera
División tienen sus instalaciones acondicionadas para, en cuanto se lo permitan, retomar los entrenamientos que se interrumpieron hace ya seis semanas y en estos momentos la decisión del Gobierno es el último obstáculo para que el fútbol reanude su actividad, previsiblemente el próximo 4 de mayo.



La expectativa abierta por Pedro
Sánchez sobre que se pueda reanudar la actividad física y deportiva a partir de este sábado sitúa en el próximo lunes, 4 de mayo, el nuevo horizonte de esperanza a partir del cual los equipos profesionales puedan reanudar sus entrenamientos, de manera individualizada los primeros días según reza el protocolo de regreso a los entrenamientos de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Se entiende en el seno de los clubs que sería absurdo que si desde este sábado se le concede a la ciudadanía la posibilidad de salir a la calle a hacer una hora de ejercicio en solitario, se impida hacer lo propio a los futbolistas profesionales que, además, trabajarían en un entorno mucho más seguro que el común de los mortales.

De esta manera, toda vez que la decisión de abrir las puertas al deporte al aire libre no es todavía una decisión firme, el fútbol profesional aguarda expectante la próxima comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro
Sánchez, con el firme deseo de que su discurso dé luz verde a que se pueda retomar la actividad deportiva profesional.

Seis semanas de preparación

La fecha en la que los clubs de fútbol puedan reanudar sus entrenamientos tiene una relevancia máxima ya que a partir de ese momento comenzará la cuenta atrás enfocada a retomar la competición, a puerta cerrada, máxima prioridad de la LFP. Del 4 de mayo al 17 de mayo los entrenamientos serían individualizados, del 18 al 31 de mayo se empezaría a trabajar por grupos y el 1 de junio comenzarían las sesiones colectivas con el objetivo de empezar a disputar las once jornadas restantes a partir de mediados de junio.

Seis semanas de preparación que, unidas al trabajo de mantenimiento que los jugadores han venido llevando a cabo en sus domicilios en las últimas seis semanas, deberían bastar para afrontar con garantías lo que queda de competición por mucho que los futbolistas vayan a estar más de tres meses sin competir. En este mes y medio de peculiar pretemporada, los futbolistas serían sometidos a los tests preceptivos para garantizar que ninguno de ellos está contagiado.

Si, finalmente, Sanidad no concede su autorización para empezar a entrenarse el próximo lunes y lo demora hasta el 11, todo se irá retrasando con el consiguiente riesgo de no poder concluir la Liga antes del 3 de agosto, como es deseo de la UEFA. Cuanto más tarde se empiece a entrenar, más comprimido tendrá que ser el calendario de partidos que, empezando el 15 de junio, ya obligaría a disputar entre cuatro y cinco jornadas entre semana ya que sólo habría siete fines de semana disponibles antes del mes de agosto reservado, a priori, para jugar la Champions League. En este contexto, la final de la Copa del Rey también apuntaría a disputarse en este tramo del calendario, bien cuando termine la Liga (5 de agosto), bien en alguno de los fines de semana reservados para el torneo de la regularidad ya que la LFP en todo momento ha mostrado su flexibilidad para que Real y Athletic puedan jugarse el título en una de las fechas reservadas a la Liga.


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