Una de las imágenes más llamativas del tramo final de la Liga, el que se juega sin público, es la de Ocampos parándole un remate a Dmitrovic en el Sevilla-Eibar de este lunes. El argentino se puso los guantes tras la lesión de Vaclik y fue tan decisivo bajo palos como lo había sido antes en ataque. Suyo fue el tanto que le dio los tres puntos a los sevillanos ante el conjunto armero.
En el Sevilla, Lucas
Ocampos está de dulce. Le reclutó Monchi el verano pasado tras un año flojo en el Olympique
de
Marsella. El director deportivo de los de Nervión ya le tenía echado el ojo desde hace unos años, cuando le vio en un Milán-Roma de mayo de 2017. Entonces Ocampos jugaba en el cuadro rossonero y perdieron por 1-4, pero Monchi, haciendo gala de ese ojo clínico que le ha hecho famoso para descubrir jugadores, se quedó prendado.
Ya intentó llevárselo a la Roma en el periodo en el que estuvo como director deportivo, pero su precio resultaba prohibitivo para el cuadro italiano. Cuando volvió al Sevilla, en cambio, sí que lo pudo fichar y no lo dudó. El conjunto andaluz pagó quince millones al Marsella por el argentino que firmó un contrato de cinco años y con una cláusula de 70 millones de euros con el club de Nervión.
Ha superado sus mejores registros goleadores gracias a los trece tantos que ha logrado en la Liga
Su llegada al Sevilla ha sido como un flechazo. Se ha convertido en una de las sensaciones de los andaluces y de la Liga. Ha superado sus mejores registros goleadores gracias a los trece tantos que ha logrado en la competición regular. Además, en la Copa anotó otros dos para un total de quince tantos este año. En la Europa
League, todavía no se ha estrenado. Podrá hacerlo cuando se reinicie la competición europea donde el Sevilla tiene que enfrentarse contra la Roma.
Sin embargo, su incidencia en el juego no se limita a los goles. Con Navas forma una combinación por banda derecha de las más peligrosas de la Liga
Santander. Además, Lopetegui también le ha usado de delantero centro y por la izquierda. Esta última jornada contra el Eibar, incluso, rindió de portero. Para un futbolista que lleva el número 5, un dorsal propio de un defensa, sus números son los de un jugador total.
En los tres últimos partidos, ante Valladolid, Leganés y Eibar, Ocampos ha jugado todos los minutos
Y tan importante para el técnico del Sevilla que le ha hecho jugar en los últimos catorce partidos. Ha sido titular en todos ellos, excepto en el del Villarreal en el que entró en el descanso. En los últimos tres duelos, ante Valladolid, Leganés y Eibar, ha jugado los partidos completos.
La importancia de Ocampos no ha parado de crecer esta temporada y se ha reforzado todavía más en los partidos tras el confinamiento, esa época durante la que pillaron al argentino en una barbacoa con Banega y Franco
Vázquez, un desliz que Ocampos ha tapado a base de fútbol y goles.
A pesar de que Ocampos solo lleva una temporada en la Liga
Santander, ya sabe lo que es jugar en San
Mamés. Lo hizo en su época en el Olympique
de
Marsella en una eliminatoria de la Europa
League. Los franceses eliminaron a los rojiblancos, entonces entrenados por Ziganda, y mucha culpa tuvo el argentino. En el duelo de San
Mamés, anotó uno de los tantos franceses. Antes, en la ida de aquella eliminatoria, ya había perforado por dos veces la portería del Athletic.
También en el partido contra el Sevilla en la primera vuelta, la aportación de Ocampos fue importante para que el duelo finalizara con empate a un gol. Los rojiblancos se adelantaron con un tanto de Capa, pero el delantero argentino protagonizó la jugada de la igualada en la segunda parte con un pase al área pequeña que Unai
Núñez acabó por empujar al fondo de la portería de Unai
Simón al intentar despejar.
Esta noche vuelve a San
Mamés un Ocampos en racha que se volverá a encontrar con Unai
Núñez que será titular ante la lesión de Yeray.
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