La semana pasada, el proyecto futurístico ‘OCEANIX Busan’ fue aprobado por el ONU-Habitat -programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos- y el gobierno municipal de Busan, Corea del Sur, durante la Segunda Mesa Redonda de las Naciones Unidas sobre Ciudades Flotantes Sostenibles en la ciudad de Nueva York.
“Las ciudades flotantes sostenibles son parte del arsenal de estrategias de adaptación climática que tenemos a nuestra disposición. En lugar de luchar contra el agua, aprendamos a vivir en armonía con ella“, comentó Maimunah Mohd Sharif, directora ejecutiva de ONU-Hábitat, en un comunicado.
“Esperamos desarrollar soluciones de adaptación climática y basadas en la naturaleza a través del concepto de ciudad flotante, y Busan es la opción ideal para implementar el prototipo”.
‘OCEANIX Busan’ consiste de seis plataformas interconectadas que, en un inicio, podrán albergar hasta 12 mil residentes y visitantes, pero se espera que con el tiempo la ciudad pueda expandirse con facilidad y que llegue a albergar hasta 100 mil residentes.
Se espera que la construcción del proyecto finalice en el 2025; se ubicará en el Puerto Norte de Busan y la primera fase cubrirá 6.3 hectáreas.
El prototipo se llevará a cabo entre el gobierno municipal de Busan, ONU-Habitat y la constructora de estructuras flotantes, Oceanix. Mientras que el diseño del proyecto cae en manos del prestigioso estudio de arquitectura danés Bjarke Ingels Group (BIG), Samoo Architects & Engineers, el reconocido artista ambiental Olafur Eliasson, entre otros.
De acuerdo con Oceanix, las plataformas se construirán con biorock, un material que puede flotar en el agua pero es más duro que el hormigón, y aseguran que tiene la capacidad de autorepararse y fortalecerse con el paso del tiempo.
Foto: Oceanix
Dentro de la ciudad habrá tres barrios: alojamiento de personas, zonas comunes (como restaurantes, tiendas y locales) y otro dedicado a la investigación marina. Además, los edificios tendrán entre cuatro y siete pisos, y se edificarán con materiales sostenibles como bambú y madera.
La primera vez que se habló de este concepto fue en 2019, cuando BIG propuso el modelo como solución a las ciudades costeras que enfrentan amenazas de inundaciones, debido al aumento del mar, a consecuencia del cambio climático.
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