Fernando Alonso fue claro y contundente al término del GP de México de F1. El piloto asturiano ya llevaba carreras reiterando que el único Alpine que sufría problemas mecánicos era el suyo, mientras que el de Ocon tuvo pocos contratiempos de fiabilidad. “Otra vez en el coche 14”, decía. La construcción de la frase no era casualidad. Era un mensaje claro al equipo. Y tras el nuevo abandono de México, por otro fallo en su motor, el asturiano fue aún más claro: “Perdí 60 puntos este año, por lo que agregamos otros seis, por lo que he perdido alrededor de 66. Y obviamente todos los demás se benefician, porque todos obtienen más puntos de lo que deberían”, dijo. “En el primer año de Honda tuvimos una penalización de 72 puestos de parrilla al final del año, algo así, pero lo que pasa es que con Honda se paraban los dos coches. Este año solo se para el coche 14”, añadió el español. Pero su compañero Esteban Ocon no parecía estar muy de acuerdo con el discurso del ovetense.
“Rompí la caja de cambios en Imola, el coche se rompió en Silverstone y abandoné en Singapur. Mi coche también se rompe”, dijo el piloto normando, que el próximo año continuará en Alpine junto a un nuevo compañero, Pierre Gasly. Y en ese sentido, recordó que él ha montado los mismos motores que el español: “Yo también he cambiado seis motores como él, obviamente hoy se le rompió uno, pero estamos en el mismo número de motores”. Es cierto, el normando ha puesto 6 motores de combustión interna como el español, pero Fernando ha usado un elemento más de turbo y MGU-K.
Esteban también sufrió problemas, pero con ello no desmiente un hecho claro: que Alonso se vio más afectado por los contratiempos mecánicos, algo que demuestra toda su temporada.
Esteban Ocon reconoció que Alpine debe mejorar su fiabilidad, pero se mostró satisfecho por el camino elegido por el conjunto francés de arriesgarse a tener dichos contratiempos al querer primar la potencia sobre la fiabilidad.
Alpine quiso priorizar sus caballos sobre la durabilidad de su motor por un motivo claro: Este año debían ir a por más potencia porque los motores se congelaban hasta 2026 y solo se podrían mejorar por cuestiones de fiabilidad si la FIA lo permite. Es por ello que Alpine fue a por más potencia, consciente de que en este primer año su motor podía verse afectado por mayores problemas. Es algo que ya se vio en los test de Barcelona, con varios contratiempos en el propulsor. Alpine tenía el peor motor en 2021 y fue el que más tuvo que mejorar respecto al año anterior, afrontando además un cambio de diseño en su propulsor. Esos factores son claves para entender sus problemas de este curso.