Martin
Odegaard se ha librado de tener que pasar la mitad de sus vacaciones encerrado en su casa. Y es que el gobierno de su país, Noruega, donde ahora se halla el crack de la Real, ha impuesto que todo aquel que llegue desde España debe realizar una cuarentena obligatoria de 10 días debido a los rebrotes de coronavirus que se están produciendo en la Península Ibérica. El mediapunta txuri urdin puede disfrutar de las vacaciones sin más restricciones que las que le marca su maltrecha rodilla derecha.
Y es que el futbolista acabó LaLiga con severas molestias relacionadas con una tendinopatía rotuliana, que le obligaron a él y a Imanol Alguacil a elegir los partidos y los momentos en los que tenía que jugar, siempre con dolor. Ahí m
ostró un compromiso muy difícil de ver en un futbolista cedido como él.
Los médicos de la Real y los que él consultó por su cuenta han decidido que el noruego, por lo menos de momento, no pase por el quirófano y confía en que el descanso, unido al tratamiento que le asignó un especialista en Barcelona, hagan efecto y pueda volver por lo menos con menos molestias a realizar la pretemporada.
A la espera del Real Madrid
Odegaard está a la espera de que el Real Madrid y Zinedine
Zidane
dé la luz verde para cumplir su deseo de completar su segunda temporada como cedido en la Real Sociedad. Como informó MD, el ‘21’ txuri urdin ya comunicó formalmente al club de Donostia su intención de continuar y confía en que el club blanco sea fiel al compromiso adquirido hace un año y le permita ser futbolista de la Real hasta 2021.
El de Drammen ha encontrado en la Real el ecosistema ideal y la continuidad necesaria para desarrollar lo mejor de su juego. Aunque Zidane está encantado con la temporada que ha hecho en Anoeta y querría tenerle en su plantilla para incluirle en la rotación, sabe que en el Bernabéu, con Modric todavía en la plantilla, no podría tener el mismo protagonismo.
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