Oficial militar alemán conocido como Franco A. culpable de tramar terrorismo

Oficial militar alemán conocido como Franco A. culpable de tramar terrorismo

FRANKFURT (AP) — En uno de los juicios por terrorismo más espectaculares de la Alemania de la posguerra, un oficial militar que se hizo pasar por un refugiado sirio fue sentenciado el viernes a cinco años y medio de prisión por su papel en un complot terrorista de extrema derecha para asesinar a figuras públicas prominentes en Alemania con la esperanza de derribar el orden democrático.

El caso del primer teniente Franco A., cuyo apellido fue abreviado por las autoridades de acuerdo con las leyes de privacidad alemanas, conmocionó al país cuando fue arrestado hace cinco años y lo ha empujado a enfrentar la amenaza creciente de la infiltración de la extrema derecha en el país. militar y la policía.

Franco A. fue condenado por conspiración terrorista, posesión ilegal de armas y fraude por sus esfuerzos para hacerse pasar por refugiado, aunque tres meses de su sentencia se consideran cumplidos porque ha estado detenido desde que fue arrestado nuevamente a principios de este año.

Lo atraparon en 2017 tratando de recoger un arma cargada que había escondido en un baño en el aeropuerto de Viena. Más tarde, sus huellas dactilares revelaron su segunda identidad falsa como refugiado sirio, lo que hizo sonar las alarmas y una investigación que abarcaría tres países y múltiples agencias de inteligencia.

Los fiscales lo han acusado de planear uno o varios asesinatos utilizando su identidad siria falsa con la intención de avivar los crecientes temores sobre la inmigración en Alemania y desencadenar una crisis nacional.

El caso surgió como otra advertencia para un país que ha pasado décadas expiando su pasado nazi, pero al mismo tiempo tiene un historial de fracaso en abordar completamente el extremismo y el terrorismo de extrema derecha.

Franco A. mantuvo su inocencia hasta el final, pero varias revelaciones en el transcurso del juicio de 13 meses endurecieron el caso en su contra.

Una serie de memorandos de audio antisemitas y racistas que había grabado de sí mismo, algunos de los cuales fantaseaban con “asesinar” a enemigos políticos y aplaudía a cualquiera que “destruyera” el estado, se reprodujeron en la corte, dejando pocas dudas sobre la “extrema derecha endurecida”. mentalidad” que los fiscales citaron como su motivo político.

Acusado por los fiscales de poseer más de 1.000 cartuchos de municiones, cuatro armas y unos 50 explosivos, algunos de ellos robados de las bases militares donde había estado estacionado, Franco A. cometió un desliz al principio del juicio y reconoció que tenía armas en su poder. .

“Se produjo la posesión y adquisición”, dijo, aunque se negó a decir dónde obtuvo las armas, entre ellas un rifle de asalto G3, o dónde se deshizo de ellas. Hasta el día de hoy, no han sido encontrados.

Franco A. comenzó el juicio en libertad, habiendo salido de prisión preventiva tres años y medio antes de su apertura. Pero en una escena dramática en una parada de metro en febrero, Franco A. fue detenido nuevamente después de viajar a la casa de un compañero soldado y recoger una bolsa de compras llena de recuerdos nazis.


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