Era un secreto a voces. Ferrari quiso guardarse esta carta hasta este sábado “para no dar pistas” a Red Bull, como reconoció Marc Gené en ‘DAZN F1’ el viernes. Pero tanto los de Milton Keynes como todo el paddock tenía más que claro que los italianos iban a tomar la decisión que se confirmó este sábado: Carlos Sainz cambia toda su unidad de potencia y saldrá desde el fondo de la parrilla en el GP de Francia de F1 2022. Le tocará remontar en un circuito en el que el viernes fue el más rápido, en el que sin esta sanción podía haber aspirado a su segunda pole y a luchar por todo. Pero ahora, el español deberá centrarse en remontar el mayor número de puestos posibles para minimizar su pérdida en el Mundial.
Está por ver si Sainz saldrá último o penúltimo, ya que dependerá de la posición que logre en clasificación respecto a Kevin Magnussen (Haas), también penalizado por cambio de unidad de potencia.
Esta decisión de cambiar todo el motor no es más que otra mala consecuencia del desastre de Austria, del incendio de su coche cuando iba a terminar segundo de forma plácida. Ese abandono le dejó a 75 puntos del liderato y además, consciente de haber perdido un motor al que aún le quedaban muchos kilómetros.
Ferrari tenía previsto cambiarle el motor a Carlos en Spa-Francorchamps, al volver de vacaciones, ya que ahí el equipo italiano debería introducir una última evolución de motor antes de que la congelación de motores (fue parcial desde marzo) se completara a finales de agosto. Sin embargo, ha tenido que penalizar dos Grandes Premios antes, en Francia, lo que teóricamente debería perjudicarle también en este sentido, ya que no le saldría a cuenta volver a penalizar en Spa. Deberá alargar la vida de este motor y montar el nuevo, con más prestaciones, más tarde que lo que podría hacerlo Leclerc.