Después de que Ogier se retirase del Mundial de Rallies a tiempo completo tras lograr el pasado año el título, el que fue su compañero y discípulo en Toyota, el joven Kalle Rovanperä, se convirtió hace semanas en el campeón del mundo más joven de la historia, con solo 21 años. Es el actual rey, pero ello no quiere decir que aún le quede mucho por aprender. Y es que Sébastien Ogier regresó al Mundial como parte de su programa parcial en Catalunya para darle una clase magistral al joven finlandés, que no pudo hacer otra cosa que mirar y aprender. El 8 veces campeón del mundo y el nuevo dominador del campeonato se batieron en un bonito duelo en la primera jornada del Rally Catalunya. Pero ese baile entre dos se acabó cuando Ogier quiso. Sébastien puso la directa en esta segunda jornada para afianzar su liderato. Está a solo 4 especiales para lograr su cuarta victoria en el RallyRacc Catalunya-Costa Daurada, la primera del año en la quinta cita que disputa este curso. En asfalto, sigue siendo el rey.
El veterano piloto de 38 años empezaba el día con un margen de 4″8 de ventaja sobre Kalle, pero empezó a aumentar su ventaja desde el inicio. Primero, con una segunda plaza en la primera pasada por Savallà, y posteriormente, arrasando con todo. Se hizo con los dos scratch posteriores del bucle matinal y con los dos scratch iniciales del bucle vespertino. No tuvo rival. Llegaba así a la meta del tramo 13 con 15″9 respecto a Rovanperä, del que no tendría piedad. Sordo se hizo con el scratch de la 14ª especial y Tänak hizo lo propio en la técnica especial en pleno paseo marítimo de Salou, pero incluso así Ogier siguió aumentando su margen hasta los 20″7, esta vez sobre Neuville, que superó en la segunda posición a Rovanperä, que finalizó a 22″1.
Tänak completó el día a 36″6 y Sordo, que ganó una especial, es 5º a 1’13″2, con Evans 14″4 segundos por detrás en la sexta posición.
De esta manera, Sébastien Ogier se queda a tan solo 4 tramos de conquistar de nuevo las tierras tarraconenses. Este domingo, quiere volver a levantar las manos para celebrar otro triunfo más en su carrera.