Ricky Rubio puede que tenga un motivo que le devuelva la sonrisa. Después de una semana de altibajos en la que el base español salió de Phoenix con rumbo a Oklahoma en el traspaso por Chris Paul, la noche del Draft le preparó una sorpresa en forma de vuelta a casa. Así es, Ricky volverá a los Timberwolves la próxima temporada.
La noticia cayó de forma inesperada durante las elecciones de la lotería del Draft. El primero en soltar la bomba fue Jon Krawczynski, periodista especializado de los Wolves, que apuntaba que la franquicia estaba negociando la vuelta de Rubio a cambio de su 17º elección de la noche.
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Rubio vuelve a la que fuera su casa desde 2001 hasta 2017. En Minnesota aterrizó procedente de España y disputó sus primeras seis temporadas NBA. Se convirtió rápidamente en uno de los favoritos de la afición y formó un vínculo muy fuerte con la ciudad y la franquicia.
En los Wolves, Ricky promedió 10.3 puntos, 4.2 rebotes y 8.5 asistencias en más de 350 encuentros con vistiendo esa camiseta. Ahora tendrá la oportunidad de volver a un equipo que en nada se parece al que dejó atrás hace tres temporadas.
Su primera etapa con los Timberwolves estuvo marcada por las derrotas y los fracasos. Pese a los intentos de Rubio y sus compañeros, Minnesota atravesaba una época de reconstrucción de la que apenas están saliendo ahora. Ricky llega a una Minnesota nueva, con un núcleo joven que le recibirá con los brazos abiertos.
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Minnesota eligió esta misma noche a Anthony Edwards con la primera elección del Draft, un talento generacional que se sumará a Karl-Anthony Towns y D’angelo Russell para intentar hacer que los Timberwolves vuelvan a competir. Además, Rubio se encontrará en Minneapolis a un viejo conocido, su compañero de selección Juancho Hernangómez.
Juancho llegó a Minnesota a mediados de la temporada pasada en un traspaso procedente de Denver. En los Wolves no tardó en mostrar su desparpajo y energía y la franquicia estaba muy contenta con el alero. Ahora, junto a Ricky, sus posibilidades no hacen más que crecer.
A lo largo de las últimas semanas habíamos visto a Rubio descontento con la situación que viven los jugadores en la NBA, enfrentado con la cara más amarga del negocio del que forman parte. Quizás ahora su vuelta a Minnesota sirva para devolverle la confianza y la alegría.
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