El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que es una “injusticia” la destitución del exmandatario de Perú, Pedro Castillo, y dijo que “no se puede quedar uno callado”, luego de que la actual presidenta andina, Dina Boluarte, ordenara el retiro del embajador de su país en México.
“Es una gran injusticia, no se puede quedar uno callado y lo vamos a seguir haciendo”, afirmó este lunes durante la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
El mandatario sostuvo que el fondo del conflicto es que “una oligarquía” está “saqueando los bienes naturales” del país andino, por lo que afirmó que dicho grupo necesita “un títere, un pelele, un gobernante a modo y un Congreso también”.
“Nosotros no aceptamos toda la farsa que ha significado la destitución del presidente Pedro Castillo, porque no se respetó la voluntad del pueblo de Perú”, declaró.
“Se pisoteó la democracia y se cometió una gran injusticia al destituirlo y encarcelarlo y luego establecer de facto un gobierno autoritario, represor”, añadió.
AMLO acusó de “hipócritas” a quienes no se han expresado en contra de la destitución de Castillo y afirmó que “molesta mucho” que periódicos e instancias internacionales “callan” sobre el tema”.
“La prensa mundial, los periódicos más famosos, la OEA, ONU, las organizaciones de derechos humanos, nadie habla de esa injusticia”, señaló.
El pasado viernes, Boluarte anunció el retiró al embajador peruano en México en respuesta a las declaraciones de López Obrador, quien en reiteradas ocasiones se ha posicionado a favor de Castillo y en contra de la presidenta, a quien ha calificado de “espuria”.
Dina Boularte fue elegida por el Congreso andino tras la destitución de Castillo por el fallido golpe de Estado. López Obrador se ha pronunciado en reiteradas ocasiones en contra de esto último, y dio asilo político a la familia del expresidente. Esto fue criticado por los políticos peruanos y provocó que se declarara como persona no grata al embajador de México en la región andina.
El pasado 17 de febrero, AMLO declaró que no quiere entregar la presidencia de Alianza del Pacífico a Perú, a quien le corresponde, por considerar que el Gobierno de Dina Boluarte es “espurio”. Esta debía ser entregada en la Cumbre prevista para en noviembre, pero se suspendió porque el Congreso peruano no permitió salir del país a Castillo.
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