El entrenador del Hereda San Pablo Burgos, Paco Olmos, destacó en la previa del choque frente a Unicaja que “este partido lo juega una ciudad entera” ya que se entra “en el momento definitivo de la competición” y el equipo burgalés está “en una situación de extrema dificultad” aunque siguen dependiendo de si mismos.
El conjunto burgalés se enfrenta a Unicaja este domingo, a las 17:00 horas, en el Coliseum con el objetivo único de vencer al conjunto malagueño en este antepenúltimo partido de la temporada de Liga Endesa, donde la permanencia cada vez está más complicada pero las matemáticas aún siguen del lado del equipo burgalés.
Veo un compromiso absoluto del equipo con respecto a lo que supone el partido del domingo”, señaló Olmos, que espera un día “de muchas emociones” y por ello es vital para el equipo “gestionar bien todas” advirtió el entrenador, que espera “hacer una buena entrada al partido, pero hay que estar preparados para ganarlo en el minuto 40” ya que dos de las últimas tres derrotas se escaparon en los últimos minutos.
A excepción de Dani Díez, todavía de baja por su esguince de tobillo, el cuerpo técnico del Hereda San Pablo Burgos tendrá a su disposición al resto de jugadores, entre ellos, las dos últimas incorporaciones, Anthony Clemmons y Cady Lalanne, a los que Olmos ve “mucho más acoplados” tras esta semana de entrenamientos.
El factor de la afición será una de las bazas del cuadro burgalés para perseguir la décima victoria de la temporada liguera, un triunfo imprescindible en la búsqueda de la permanencia y por eso el técnico de los castellanos pidió a los seguidores del equipo “que sigan haciendo lo que están haciendo”, dando aliento a los suyos, e indicó que “el partido va a tener tensión” y si el equipo flaquea “que empujen”.