Este viernes se cumplen 11 años del fallecimiento de Luis Molowny, uno de los grandes mitos del Real Madrid. El que fuera entrenador talismán del equipo blanco estuvo en cuatro etapas distintas (1974, 1977-79, 1982 y 1985-86) y también ejerció de director deportivo (1986-90). Con tan solo 183 partidos (107 vitorias, 36 empates y 40 derrotas) consiguió tres Ligas, dos Copas de España, dos Copas de la UEFA y una Copa de la Liga.
Nacido en Santa Cruz de Tenerife el 12 de mayo de 1925, fue jugador del Real Madrid durante 11 temporadas (1946-47 a 1956-57), entrenador del primer equipo en varias etapas (1974, 1977-79, 1982 y 1985-86) y director deportivo (1986-90). Como jugador ganó dos Ligas, una Copa de Europa (1957), una Copa de España y una Copa Latina.
Su andadura deportiva comenzó con 15 años, en el Santa Cruz, de Primera Regional, con quien, debido a su corta edad, sólo pudo disputar partidos amistosos. Poco después fichó por el Marino, con el que proclamó campeón de Canarias. Y, en la temporada 1946-47, con 21 años fichó por el Real Madrid, que ganó la puja ya que el Barcelona también estaba interesado en contratarle.
La Vanguardia ‘alertó’ a Santiago Bernabéu
Santiago Bernabéu buscaba ‘reactivar’ al Real Madrid de posguerra y se fijó en Luis Molowny. Cuenta la historia que el legendario presidente blanco viajaba a Barcelona cuando decidió apearse en la parada de Reus para comprar la prensa. Por el periódico La Vanguardia se enteró de un viaje en barco de un emisario del Barça a Las Palmas con la intención de fichar al canario. De inmediato llamó a su secretario técnico, Jacinto Quincoces, y lo mandó en avión a la isla con 250.000 pesetas (175.000 destinadas al jugador) y cerró la contratación antes de que llegara el enviado culé.
Su debut no pudo ser más idílico. Los blancos se enfrentaron en el estadio Metropolitano al Barça. Cuando parecía que el resultado final podría ser de empate, el canario se sacó un magnífico testarazo que dio el triunfo al Real Madrid.
El juego de Molowny destacaba por su gran precisión en el pase, la facilidad en el regate y sus fulminantes internadas por la banda. A lo largo de su carrera como jugador disputó 208 partidos oficiales y anotó 103 goles. Además, fue internacional en siete ocasiones. Defendió la ‘Roja’ en el Mundial de Brasil-50 e integró el famoso ataque español formado por Basora, Molowny, Zarra, Panizo y Gainza. También ocupó el banquillo de la selección española, junto a Miguel Muñoz y Artigas en 1969.
Se ganó el apodo de ‘El Mangas’ por su costumbre de agarrarse los puños de la camiseta cuando jugaba. “Me gustaba cogerme las mangas con los puños porque al correr me hacía parecer más alto y, además, cuando llovía se daban más de sí y me daban equilibrio al regatear”, llegó a asegurar Molowny. En junio de 1990 se desvinculó definitivamente del mundo del fútbol.
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