El FC Barcelona se clasificó por quinta vez consecutiva y sexta en las últimas siete participaciones para las semifinales de la Champions League femenina. El equipo azulgrana, que se enfrentará al Chelsea inglés en la última eliminatoria a doble partido antes de la final de Eindhoven del 3 de junio, parte ahora como principal favorito para lograr el segundo título de su historia tras la caída del vigente campeón Olympique de Lyon, el rey de la competición con ocho títulos. De hecho, esta semana se ha consumado un hecho inédito en las últimas once temporadas en el gran torneo continental: no habrá ningún club francés en la ronda de semifinales.
Por primera vez desde la campaña 2013-2014, ningún equipo francés estará presente en las semifinales de la Champions League femenina. El Olympique Lyonnais, dominador del fútbol femenino europeo con ocho títulos en once años, fue eliminado en la actual edición en los cuartos de final en la tanda de penaltis en un partido cargado de emoción. El Chelsea, su verdugo, será el rival del Barça e intentará tomarse la revancha de su derrota en la final de 2021 frente a las azulgrana, las únicas que lograron romper la hegemonía del OL en el palmarés desde 2016.
El Paris Saint-Germain femenino sigue los pasos del equipo masculino y tampoco ganará esta vez la Champions League, tras caer en cuartos de final de la presente edición frente al Wolfsburgo alemán.
El impacto negativo en el fútbol francés ha puesto sobreaviso a la opinión pública del país. La eliminación de Lyon y de PSG de los cuartos de final de la Liga de Campeones deja, por primera vez en once temporadas, sin clubs franceses las semifinales del gran torneo continental. Incluso en 2017 hubo una final íntegramente francesa que se apuntó el Lyon en los penaltis ante el PSG, tras empatar sin goles en el tiempo reglamentado. En las trece finales de la Champions League en su forma actual, desde 2010, en solo dos no hubo un equipo francés. La prensa francesa alertó este viernes que las Ligas de Inglaterra, Italia y España han ido ganándole terreno a la francesa. France Info puso el acento en los derechos televisivos de la Superliga femenina inglesa, que recibe unos nueve millones de euros al año, frente a los 7 millones de euros de la Liga española y los 1,2 millones de euros de la francesa. En cuanto a la asistencia de público, lamentaron la dolorosa comparativa entre los 7.000 espectadores de media por partido en los estadios ingleses, frente a los 841 de Francia, según un estudio de Two Circles, agencia de marketing deportivo especializada en datos.
También destacan que el FC Barcelona se ha consolidado ya entre los grandes del fútbol femenino en Europa, con tres finales disputadas en las últimas cuatro ediciones de la Champions League. Por supuesto, también asombran las cifras de asistencia al Camp Nou, que ya ha batido sucesivamente sus propios récords mundiales y que esta semana, ante la Roma, congregó a 54.667 espectadores en la grada culé. La ex internacional francesa Marinette Pichon ya avisó en 2021 que “Barça y Chelsea, por ejemplo, se dieron los medios para tener gente eficaz en puestos clave”.
Sonia Bompastor, entrenadora de OL, también advirtió en mayo de 2022 que el fútbol francés necesita “mejorar la infraestructura, los estadios, las condiciones para la transmisión por televisión y la Federación debe avanzar en asuntos como la formación en clubs, en los campeonatos juveniles porque de lo contrario nos superarán rápidamente y sería una pena”.
La FFF está trabajando en la creación de una nueva liga profesional de fútbol femenino que vea la luz en la temporada 2023-2024.