La Real abre la jornada 35 de Liga con el único fin de derrotar al Elche (Anoeta, 21 horas) y mantenerse inalcanzable para sus perseguidores en la pelea por el quinto puesto y las dos plazas que dan opción a jugar la Europa
League antes de visitar el miércoles al Atlético
de
Madrid, aspirante a ganar el título. La cuadrilla de Imanol se ha ido recomponiendo física y anímicamente del varapalo que supuso la inesperada derrota en Huesca y afronta con entusiasmo y algunas altas de tronío este encuentro casero ante un Elche, que, instalado en la 19ª plaza de la tabla, necesita el alimento de los puntos para sobrevivir. Pero es la penúltima cita del curso en Anoeta y los donostiarras no están dispuestos a dejar escapar ni un punto más. La conquista de la Copa no les ha quitado un ápice ni de hambre ni de motivación. Quieren acabar quintos para ser los primeros de la otra clasificación, la de los terrenales. El órdago es a la grande. ‘Goleína’ contra el cansancio.
Para tan noble cometido, los realistas deben variar su tendencia de resultados, toda vez que han obtenido sólo dos victorias en los últimos ocho encuentros -y ocho puntos de 24-, los que rodean a la inolvidable final de Sevilla, y la de esta noche es la ocasión propicia. Tras el gatillazo de El
Alcoraz, la Real vuelve a medirse al penúltimo clasificado, en este caso un Elche que sólo ha ganado seis partidos de 34 y que fuera de casa es el peor equipo de Primera, con sólo dos victorias en 17 duelos y 10 puntos de 51. La ocasión es de oro de 24 quilates. Un triunfo, además de volver a colocar al Villarreal y al Betis a casi dos triunfos antes de jugar ellos sus partidos, sellaría matemáticamente el concurso europeo si Granada y Athletic no vencen.
Con Silva cambia todo
Imanol tiene la bendición de recuperar para su ‘once’ inicial a David
Silva. No es un refuerzo baladí. Es ‘el refuerzo’. De los 12 partidos en los que el grancanario ha podido jugar más de 70 minutos, la Real ha ganado diez y empatado uno. Sólo perdió contra el Atlético. Con él como mediapunta, la Real, como se vio cuando salió ante el Huesca la semana pasada, recupera su versión más natural y sinfónica. El entrenador sigue teniendo además a toda su artillería ofensiva dispuesta, salvo Carlos
Fernández, que no termina de recuperarse de la contractura en el glúteo sufrida ante el Celta.
La grata sorpresa llegó con el anuncio de una convocatoria en la que figuraban dos futbolistas que se daban por descartados: Illarramendi y Zubeldia, recuperados casi de forma milagrosa de sus respectivas dolencias. Así, sólo Merino, Aihen, Carlos
Fernández y Sangalli habitan en la enfermería. En lo que respecta al ‘once’ inicial, todo indica que Zubimendi y Guevara serán los lugartenientes de Silva en la medular y que la tripleta ofensiva será la habitual: Portu, Isak y Oyarzabal.
Escribá, en el Elche, viene con todo salvo Mojica, ya que recupera a Carrillo, y podría hacer algún cambio pensando en el partido en casa ante el Alavés del miércoles, su ‘finalísima’. Seis meses llevan sin ganar fuera y nunca lo han hecho en Donostia en Primera. Fiebre del viernes noche con toque de queda. Hoy juega la Real.
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