En un país inmerso en un galimatías de dimes y diretes, tampoco el fútbol se libra de una incertidumbre más que de certezas de lo que terminará de ser a partir de las normas que van y vienen con la intención de retornar a la competición que quedó sin completar. Según pasan los días de la pandemia hemos escuchado muchas versiones y planteamientos contradictorios los unos de los otros y así estamos justo cuando se ha levantado la veda y los test empiezan a imponerse a la entrada de las ciudades deportivas en las que entrenan los futbolistas de Primera y Segunda. Las siguientes categorías han sido zanjadas por un riesgo tan evidente como el de los que son obligados a retomar los entrenamientos. Pero queda en el aire si se podrían preguntar los jugadores si en pleno estado de alarma tienen que acudir obligatoriamente a un oficio en el que no van a poder mantener las distancias por mucho que lo intenten… El miedo es libre y algunos lo tienen.
Desde la LFP se han impuesto normas que, como las lentejas, o las tomas o las dejas, pero como no las ejecutes te puedes preparar, así que más que normas puede decirse que Tebas y su cuadrilla han dado órdenes a los clubs para que apuren su preparación para echarse a los campos a intentar sumar el mayor número de puntos y completar una Liga que les genere suculentos ingresos que necesitan.
Así que ha comenzado también para el fútbol profesional la llamada “desescalada”, palabra que de tanto citarla la tendrá que sumar la RAE al diccionario, porque de momento no existe. Lo que quiere decir es que superado lo peor, se camina hacia esa nueva normalidad, por eso estamos cuesta abajo, y sin frenos diría yo. Porque no todos los profesionales están muy de acuerdo con que el momento sea aún oportuno para volver a los entrenamientos. Órdenes son órdenes y lo tomas o lo dejas, no hay otra.
Todos a la final
Por todo lo anterior, y porque Real y Athletic entienden con el mejor criterio que una final no es lo mismo sin que puedan disfrutar sus aficiones, hoy la comisión delegada de la Federación Española tendrá que inscribirla en su calendario aunque tenga que disputarse en la próxima temporada para que siga siendo una final de un torneo oficial, aunque no adjudique un puesto europeo al jugarse fuera del plazo marcado por la UEFA. Si termina siendo así y no hay marcha atrás, tampoco descartable tal y como va todo, el Athletic corre más riesgo de perder la opción europea, ya que debería remontarle cinco puntos al Valencia para ser séptimo, mientras que la Real tienen más que encaminada su plaza para participar en la competición continental del próximo ejercicio, aunque queden todavía 33 puntos por disputar, pero cuenta con ocho puntos sobre el octavo. Pero lo que más valoran los dos clubs vascos es que sus aficiones también han participado de forma decisiva en las eliminatorias anteriores y también merecen el premio de “jugar” la final. Todos queremos estar en esa que será una final histórica y los dos equipos que la van a disputar han recogido la opinión mayoritaria de sus seguidores para apostar por la mejor fórmula.
La RFEF no quiere riesgos en la Liga femenina y la da por zanjada, aunque le quedaran partidos por jugar. Gana el Barça y la Real termina sexta, mientras que la gran noticia para el fútbol guipuzcoano es el ascenso del Eibar a la máxima categoría, con lo que estaremos representados por dos equipos la próxima temporada.
Zanjados los descensos en todas las categorías por debajo de Primera y Segunda, lo que planifican son playoffs de los cuatro mejor clasificados en cada grupo para premiar los ascensos. El Sanse se queda fuera: estaba quinto. Seguirá en 2B el Real Union que sufría en la zona baja. También Pasaia, Beasain, Real, Lagun Onak y Tolosa permanecen en Tercera.
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