El Espanyol cumple este miércoles el décimo día de entrenamiento a las órdenes de Diego Martínez, preparando con dobles sesiones el primer amistoso del verano, el que se jugará el próximo sábado ante el Montpellier en la Ciutat Esportiva (18.30h).
Tras estos primeros días, los jugadores ya empiezan a intuir y a impregnarse del método Diego Martínez. Y, por ahora, todo es sinónimo de buenas sensaciones.
“Siempre que se inicia un nuevo proyecto todos estamos con un puntito más. Desde el minuto uno se nos recalcó que teníamos que ser un equipo e ir todos a una”, ha explicado Óscar Gil, reconociendo que la llegada de un nuevo técnico reactiva un mayor punto de motivación por parte los jugadores para demostrar al nuevo míster que tienen ganas de ser importantes.
Gil se ha quedado, por ahora, algo huérfano en la nómina de laterales diestros tras la marcha de Miguelón y Víctor Gómez. Se siente contento con el ‘librillo’ que quiere impone el técnico gallego. “Son pautas nuevas y creo que el equipo está entendiendo muy bien todo lo que nos está transmitiendo. Hay mucha exigencia en el trabajo”, ha revelado.
Hay ganas en el vestuario de vestirse de corto y de jugar el primer partido. El Montpellier es un buen rival para abrir boca, además, ante la afición perica. “Que venga un equipo como el Montpellier nos irá muy bien para corregir algunas cosas que nos pueden faltar. Queremos que llegue el sábado para empezar a competir y transmitir todo lo que estamos trabajando”, ha asegurado.