Giro abrupto de los acontecimientos y nueva mudanza de James Harden a la vista, su intenso modo de vida en los dos últimos dos años. Según Shams Charania y Adrian Wojnarowski, y cuando todo parecía apuntar que la ‘Barba’ declinaría su opción de jugador para firmar un nuevo contrato con los Philadelphia 76ers, el base-escolta ha ejercido esa ‘player option’ por una temporada y 35,6 millones con Philly pero no con la idea de quedarse, sino de ser traspasado.
Entre los principales pretendientes, han emergido Los Ángeles Clippers y los New York Knicks. A partir de aquí, empiezan las especulaciones y fantasías, que si tríos con Paul George y Kawhi Leonard o un ‘remake’ de ese dúo con Russell Westbrook en los Houston Rockets, que si una vuelta a la Gran Manzana pero esta vez para formar una elegante pareja exterior junto a Jalen Brunson en el Madison Square Garden.
James Harden y Russell Westbrook coincidieron en la temporada 19-20 en los Rockets
Harden no para quieto desde que decidiera mover cielo y tierra para salir de Houston a mediados de la temporada 20-21. Sacudió la NBA con su llegada a los Brooklyn Nets y volvería a ser el hombre del invierno el curso siguiente con su petición de traspaso al conjunto neoyorquino huyendo de Kyrie Irving para aterrizar en ‘Philly’ y reunirse de nuevo con su querido amigo Daryl Morey.
Sin embargo, será eso que dicen de que las segundas partes nunca fueron nuevas, Morey ha pensado más en el negocio que en la amistad y no veía ofrecer un contrato multianual a un jugador que empezará la temporada con 34 años y que defraudó en playoffs con su esperpéntica actuación en el Game 7 ante los Celtics en las malditas Semifinales de Conferencia para los Sixers, con 9 puntos y un 3/11 en tiros de campo. Según Wojnarowski, Philadelphia podría haberle ofrecido un máximo de 4 años y 213 millones. Pero, pensaría Morey, ‘que ni de coña’.
James Harden y Joel Embiid han protagonizado la enésima decepción en ambos casos en playoffs
Tras el traumático episodio con Ben Simmons, la sociedad de Joel Embiid y James Harden que tanto prometía ha acabado siendo una ruina. Tras el enésimo fracaso de ‘Philly’ en este siglo XXI, se llegó a decir lo que se contagiaban uno al otro de su justificada mala fama de ídolos que se caen en playoffs, con Embiid afeando su MVP de temporada regular con sólo 15 tantos y un 5/18 en lanzamientos en ese Game 7 contra Boston. Una relación tóxica, una mala influencia mutua. Eso que dicen de que “Dios los cría y ellos se juntan”.
Tanto los Sixers como Harden salen ganando
La fórmula de activar la ‘player option’ para un posterior traspaso beneficia a ambas partes y se presentaba de hecho como la mejor. Por un lado, los Sixers -a los que todavía pertenece la ‘Barba’-, podrán sacar algo por él un traspaso y, por otra, Harden se asegura cobrar un buen salario una temporada más pero el año de contrato que le queda convierten su vínculo en asequible para cualquier contendiente al anillo, que no tendría que comprometerse a largo plazo con el base-escolta con un contrato con riesgo de convertirse en tóxico.
Como también apunta Charania en The Athletic, haber dejado que el MVP de 2018 entrara en la agencia libre para después traspasarle mediante la fórmula del ‘sign-and-trade’ hubiera limitado los posibles destinos de James Harden, pues con el nuevo convenio colectivo no podrán adquirir a un jugador a través de este método las franquicias que excedan el primer límite de masa salarial de 162 millones, situación en la que se encuentran la mayoría de nuevos equipos en los que podría estar interesado el exterior.
Harden ofrece un contrato flexible a los contendientes por el anillo
De esta manera, con esta flexibilidad contractual, vuelve a priorizar James Harden el ganar ese primer anillo que con tanta ansia persigue antes que el dinero después de renunciar a 14 millones el año pasado en su renovación con los Sixers para que ‘Philly’ pudiera firmar a P.J. Tucker y Danuel House Jr.
La salida de Harden y sus 35,6 millones alivia la tensión salarial de los Sixers, aunque ahora habrá que ver con qué estrella acompañan a Joel Embiid en el nuevo proyecto con Nick Nurse como entrenador después del despido de Doc Rivers, cuya relación no era la mejor con el 10 veces All-Star.
La relación de Harden con Rivers no era la mejor
De momento, Philly tendría una masa salarial proyectada de 130 millones para el próximo curso, lo que da a la franquicia de Pennsylvania margen para afrontar la extensión de Tyrese Maxey -todavía con contrato de ‘rookie’-, y mantener a Tobias Harris, el segundo mejor pagado con sus 39 millones tras los 47 de Embiid. Nurse querría dar un papel más protagonista a Harris después de que los Sixers de Rivers orbitaran básicamente alrededor del MVP y Harden y, si lo traspasa, Morey va a pedir un alto precio por él.
Y en cuanto al nuevo hogar de la ‘Barba’, los Clippers podrían armar un equipo de ensueño juntando al base-escolta con Paul George, Kawhi Leonard y un Russell Westbrook con el que se reencontraría. El problema es que, tras los Warriors, el conjunto angelino es el conjunto más hipotecado con la masa salarial y ahora mismo, con 181 millones para el año que viene, casi no podría utilizar la excepción de nivel medio al casi alcanzar los 182 del segundo límite. Pero la opción de traspasar a George cobra fuerza y mediante una hipotética operación con los Sixers se podría quitar de encima varios contratos.
Por su parte, los Knicks tienen la necesidad de añadir una estrella que acompañe a Jalen Brunson, y más, después de ver cómo falló Julius Randle en los playoffs. El conjunto de la Gran Manzana anda por los 130 millones de masa salarial también después de que Josh Hart haya ejercido su ‘player option’ por un año y 13 millones, pero sólo tiene 7 jugadores ahora mismo en el roster con contrato garantizado.
Anotador o asistente según convenga, Harden puede encajar al lado de otras estrellas
Una posible vuelta a los Rockets parece estar ahora mismo lejos pese a que se ha reportado que Harden no vería con malos ojos un regreso a casa, pues la franquicia de Houston estaría intentando firmar a Fred VanVleet. Shams Charania propone también Miami como potencial destino para la ‘Barba’ si falla la opción Damian Lillard pese al poco encaje de culturas al no haberse distinguido nunca el exterior precisamente por su ética de trabajo.
Sin embargo, la última temporada ha visto un Harden realmente comprometido y ‘fit’ durante el curso, cuidando la alimentación, limitando sus conocidas salidas nocturnas y alcanzando un impresionante punto de madurez en su juego durante la temporada regular y parte de los playoffs hasta la decepción del último partido, asumiendo una función más de anotador o asistente según conviniera, con 21 puntos de media, 10,7 pases de canasta que le convirtieron en el máximo asistente de la NBA, 6 rebotes y un 38,5% en triples y 7,2 intentos, su mejor rendimiento desde el perímetro de siempre. Después de todo, el tiempo se le acaba. James Harden clama por otro intento por el anillo.