Estaban advertidas. Habían estudiado al rival y tenían la experiencia de las dos finales anteriores. En ambas quedó el título visto para sentencia en media hora. En 2019 Ada Hegerberg puso el 4-0 en el minuto 30 y dejó encarado el triunfo del Lyon ante el Barça. Las azulgrana en 2021 vieron como Graham marcaba el 0-4 ante el Chelsea en el 36’, liquidando a las inglesas con una hora por disputarse. Ayer, se repitió la historia. El 0-3 de Macario para el Olympique de Lyon llegó en el minuto 33 de encuentro y acabó siendo demasiada renta para un Barça que fue de menos a más.
Se le había preguntado a Jonatan Giráldez y a varias jugadoras en los días previos por la importancia de salir bien al partido en el tramo inicial. Todos recordaron entonces lo noqueado que quedó el Wolfsburgo en el Camp Nou con ese inicio fulgurante azulgrana. No podrán decir que les pilló por sorpresa, y aún así no fueron capaces de evitarlo.
Es incuestionable que del primer tanto de las francesas no tuvieron ninguna culpa las azulgrana. Henry se sacó una auténtica obra de arte para decantar la balanza en el minuto cinco. El plan de partido al que se refirió Alexia en la previa seguramente no contemplaba esa genialidad tan temprana. Pero los otros dos goles que vinieron luego sí fueron evitables. Totalmente evitables.
El Lyon sabía que si se jugaba a fútbol tenía las de perder contra un Barça que sabe mover más y mejor el balón. Solo podían minimizar las armas azulgrana con efectividad y eficacia. Y así lo hicieron. Cuando el Barça tomó el control ya era demasiado tarde.
Pudo cambiar el signo del partido cuando Patri Guijarro estrelló un tiro desde medio campo en el larguero. Hubiera sido el 2-3 a falta de media hora, con el subidón de moral que hubiera significado estar a un gol de darle la vuelta a un 0-3 en contra ante el todopoderoso Lyon, pero la suerte tampoco estuvo de cara en Turín.
2.500 culés en Plaza Catalunya
La Plaza Catalunya de la Ciudad Condal albergó este sábado a más de 2.500 espectadores azulgrana que animaron desde casa al equipo y vieron el partido desde la pantalla gigante instalada por el Ayuntamiento.
Al final, un grupo reducido de unos veinte jóvenes, espoleados por alguna cámara de televisión, tuvieron un recuerdo para el Real Madrid tras la renovación de Kylian Mbappé por el PSG. “¿Dónde está Mbappé?” fue el cántico