Desde 2010, Kevin Durant no conoce la derrota en una primera ronda de playoffs de la NBA. El alero y estrella de los Brooklyn Nets, sin embargo, se ve a un paso del abismo este año después de volver a tener un mal partido contra unos Boston Celtics que dominan a su equipo 3-0 en la eliminatoria. La derrota por 103-109 fue un nuevo mazazo para el proyecto estelar del conjunto neoyorquino, que vio como KD y Kyrie Irving se quedaban secos ante la defensa de la franquicia de Massachussets.
Durant terminó con 16 puntos y un 6 de 11 en tiros de campo, unas cifras que en el acumulado de la serie le sitúan en un pobre 36,5% de acierto tras meter tan solo 19 canastas de 52 intentos. Son cifras impensables para uno de los jugadores con más talento de la historia de la competición. Así explicó él sus problemas anoche:
“Estoy dándole demasiadas vueltas a las cosas durante toda la eliminatoria. Se trata de cómo encaro el juego. Hay otro partido, otra oportunidad, y tengo ganas de aprovecharla”.
Después de promediar 30 puntos por partido entre marzo y abril, KD se ha quedado en 22 puntos de promedio en la eliminatoria de primera ronda de playoffs. Boston le ha atado en corto con una defensa intensa y muy física que ha descolocado al astro, que tampoco ha encontrado soluciones en la pizarra de Steve Nash.
“Siento que en los primeros dos partidos intenté ser demasiado agresivo”, valoró Durant. “Un equipo que está centrado en mí, que intenta eliminar todas mis acciones, siento que forcé demasiado y después de ver la cinta vi que tenía a compañeros libres que además estaban metiendo sus tiros”.
A pesar de este análisis, las 12 pérdidas de KD y las 48 de Brooklyn en los tres primeros partidos han pesado demasiado al equipo, opinó Nash. “La pobre capacidad de decisión ha marcado la diferencia. Hemos fallado pases sencillos, no hemos conectado y todo va en nuestra contra”, explicó el técnico. Blake Griffin, otro veterano del equipo, aseguró que los Nets no jugaron con “el carácter adecuado” durante todo el partido.
Preguntados sobre la posibilidad de ser barridos el lunes, Durant e Irving fueron claros sobre su mentalidad. “No necesitamos ninguna arenga o discurso, vamos a salir ahí a jugar“, constató KD. El polémico base lo dijo con otras palabras: “No es momento de señalar a nadie o bajar la cabeza. Hay que volver a casa y ponerse el chaleco antibalas”.