El Eibar se clasificó para la siguiente ronda de Copa tras ganar ‘in extremis’ al Cacereño con un gol en propia puerta en el último minuto. Al margen del pase fortuito, la imagen que dejaron la mayoría de los jugadores menos habituales de la plantilla siembra aún más dudas sobre su rendimiento. Mendilibar apostó por introducir a Yoel, Burgos, Correa, Sergio
Álvarez, Charles y Quique
González de inicio para que pudieran reivindicarse y al margen de contadas excepciones, el rendimiento de la mayoría dejó bastante que desear.
En este contexto, sólo Sergio
Álvarez y en menor medida Esteban
Burgos se acercaron a firmar una actuación más o menos aceptable, dentro de que el primer tiempo del Eibar estuvo muy lejos del aprobado. La reacción que vino tras el 1-0 habla bien del espíritu combativo de esta plantilla, aunque en el otro lado de la balanza asoman las dificultades de Rober
Correa y los encargados de hacer gol el domingo: Charles y Quique
González. La aportación del brasileño y el vallisoletano fue insuficiente y solo el talento de Orellana pudo brillar para poner en aprietos a la defensa extremeña.
Así, a la espera de lo que pueda suceder en los próximos días con los movimientos en el mercado invernal, de momento el conjunto armero se ha reforzado con el centrocampista uruguayo Sebastián
Cristóforo, queda claro que los jugadores menos habituales del Eibar no aprovecharon la oportunidad que les brindó José
Luis
Mendilibar, que sacó conclusiones más certeras sobre su plantilla en un encuentro que casi se convierte en una trampa para los guipuzcoanos. El técnico vizcaíno tendrá que reflexionar para encontrar le mejor solución. Habida cuenta de que varios miembros de la plantilla siguen lesionados, como es el caso de Ramis, Arbilla, Escalante, Diop y Kike
García, el Eibar no se puede permitir que los activos con menos protagonismo no alcancen la velocidad de crucero.
Los canteranos responden
Una valoración prácticamente opuesta se podría hacer de los dos canteranos que defendieron el escudo del Eibar ante el Cacereño. Ekhi
Bravo, en el lateral izquierdo que normalmente ocupa Cote, y Miguel
Marí, en la medular, no desentonaron y dejaron pinceladas interesantes de su desarrollo. Los dos jugadores del CD Vitoria, que ya son habituales en los entrenamientos de Atxabalpe y también han entrado en las últimas convocatorias por culpa de la plaga que lesiones que ataca al vestuario, completaron un papel aseado.
El que se quedó con la miel en los labios fue el defensa Sergio
Cubero, otro habitual en las últimas listas que ha proporcionado Mendilibar y que no fue uno de los tres cambios del entrenador. Ese privilegio se lo llevaron Pedro
León, Edu
Expósito y Sergi
Enrich.
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