Otra muesca más a añadir a un día que suele dejar buenos recuerdos en clave Athletic de unos años a esta parte. La de ayer quedará como otra noche de esas que se recordarán con especial cariño entre los aficionados rojiblancos. Noche de Copas en Bilbao, palabras mayores.
El 4 de marzo no es desde hace tiempo un día cualquiera en la historia del Athletic. Al contrario. La afición rojiblanca pudo disfrutar de dos grandes alegrías en los últimos tiempos, por lo menos, en tan señalada fecha.
Cualquier seguidor del conjunto bilbaíno recordará aquel inolvidable 3-0 al Sevilla de Jiménez con Caparrós ejerciendo en el banquillo de San Mamés. Aquella noche en la que Del
Nido tuvo que comer rabo de principio a fin en la vieja Catedral. Los leones volvían a una final de Copa casi un cuarto de siglo después. Bizkaia enloqueció aquel 4 de marzo de 2009.
Años más tarde, con Valverde como entrenador rojiblanco, al Athletic le tocó afrontar otra gran batalla copera en Cornellà con la posibilidad de acudir de nuevo a otra final de Copa. El Espanyol dejó con vida a los leones en San Mamés y semanas más tarde pagó con la eliminación sus concesiones fuera de casa ante el marco de Herrerín. Aduriz y Etxeita firmaron el 0-2 de aquella vuelta de las semifinales de 2015. El tema de Raphael ‘Mi gran noche’ se convirtió desde entonces en un clásico en las celebraciones del Athletic.
El Levante, pese a todo, también tenía sus motivos para considerar el 4 de marzo, en su caso de 2018, como una fecha clave. Aquel día Paco López fue designado entrenador del primer equipo granota en sustitución de López Muñiz. No les ha ido nada mal desde entonces a los del Ciutat de Valencia con este técnico de Silla.
No todo fue para celebrar
Los locales supieron jugar sus bazas a todos los niveles. La provocación de Sergio León a Iñigo
Martínez al término del encuentro liguero del viernes les salió a pedir de boca. El delantero granota se fue de rositas. Al defensa rojiblanco le quedan por cumplir aún otros tres partidos de sanción.
El 4 de marzo de 2021 se recordará, en cualquier caso, por la clasificación del Athletic para la segunda final de Copa a disputar en una misma temporada y, por qué no decirlo, por el vergonzoso proceder de un árbitro a la hora de redactar el acta y la inhibición total y absoluta de los órganos encargados de impartir justicia.
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