La mente de Nikola Jokic va un paso por delante de todas las demás. Hasta la de otra jugador muy inteligente -además de toda la experiencia que acumula-, como Kevin Durant.
El MVP de los dos últimas temporadas a la espera que se conozca al de esta se la jugó al alero -MVP en 2014-, en el primer partido de la serie entre Nuggets y Suns. Emparejado en el poste con el ex del Fuenlabrada Bismack Biyombo, Jokic estaba buscando a quién pasarla.
Encontró a Aaron Gordon, liberado en la esquina gracias a que el balcánico engañó primero con un pase ‘fake’ a Durant, que era quien estaba defendiendo a Gordon, que no desaprovechó el regalo.
Más tarde, KD -que acabó con 29 puntos y 14 rebotes-, sólo pudo ver pasar a Jokic en un contraataque y contemplar cómo machacaba el aro. El serbio (24 tantos, 19 capturas y 5 asistencias), no es el más rápido de los jugadores corriendo en transición pero, como mejor jugador del mundo que es, consideración que debe mantenerse hasta que el MVP no se entregue a otro, sabe hacer de todo.