Anoeta se enfrentaba a su primer gran test con el estreno del campo en un partido entre semana. La respuesta no pudo ser mejor. Se superaron de largo los 28.000 espectadores, una entrada (28.720) que en muchas campañas habría sido la mejor del curso. Pero para el nuevo campo no fue más que una afluencia de un partido disputado en jueves a las 21.00 horas, un horario que no resulta cómodo para la masa social.
Pese a ello, el campo registró una ocupación del 72,70%, algo que fuera de competición europea apenas se ha logrado en partidos fuera del fin de semana. Si nos atenemos al precedente de la pasada temporada, los números son de lo más contundente y eso que durante el pasado curso la afluencia al campo ya mejoró sustancialmente con respecto a años precedentes a causa del incremento de abonados.
A lo largo de la campaña 18/19 se disputaron 8 partidos fuera del fin de semana y las cifras oscilaron entre los 16.417 espectadores que vieron el Real-Betis un jueves y los 22.451 que presenciaron el Real-Alavés un viernes de Santo Tomás. Entre los ocho encuentros, dejaron una media de 19.635 aficionados entre semana, un registro que ha sido pulverizado en el primer encuentro que la Liga ha sacado del fin de semana. Los 28.720 hinchas que se presentaron en Anoeta el jueves ridiculizan el promedio del pasado curso y lo superan en 9.085 espectadores.
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