Cuando un equipo logra la permanencia y mira el álbum de recuerdos de la temporada, reconoce sin demasiada dificultad dos o tres partidos clave, victorias que allanaron el camino y llenaron el tanque de la confianza. Golpes en la mesa. El de esta noche tiene trazos de encuentro trascendental. El Eibar visita a un rival directo en horario de toque de queda (22.00 horas). Una victoria en Mendizorrotza abriría un hueco de cuatro puntos entre los armeros y el Alavés. Puro oxígeno. Una derrota metería a los azulgrana de lleno en el pozo. Puro fuego.
Con las bajas de Muto (problemas musculares) Enrich (sobrecarga) y Kadzior (gripe), sumadas a las ya conocidas de Cote, Correa y Paulo
Oliveira, el Eibar se aferra a su impresionante fiabilidad fuera de casa y a sus buenas sensaciones futbolísticas de los últimos encuentros para afrontar una cita fundamental. Las ausencias en la delantera obligarán, probablemente, a Mendilibar a añadir una pieza al centro del campo y dejar solo en punta a un bregador nato como Kike
García. Su golazo ante el Real Madrid, el cuarto de la temporada, le confirman como el gran referente armero dentro del área rival. Fuera de ella, sigue fascinando un futbolista con arte, imaginación, duende. Balones a Bryan
Gil.
El Eibar tratará de mostrar su cara valiente, presionante, frente a un Alavés que no tendrá inconveniente en esperar su oportunidad. Los de Machín apostarán por el orden y por buscar, en cuanto tengan la más mínima opción, a su pareja de delanteros. Joselu y Lucas
Pérez forman un tándem amenazante. Dos jugadores con experiencia, gol y características muy complementarias. El Eibar deberá mantenerles vigilados para llevarse un triunfo que se antoja clave para otear el horizonte con tranquilidad.
En busca de la cuarta victoria a domicilio
El Eibar es uno de los cocos de LaLiga a domicilio. Ha ganado la mitad de sus partidos lejos de Ipurua y sólo ha caído en Villarreal, en su primera salida del curso. En encuentros fuera de casa ha sumado once punto. Hoy, en Mendizorrotza, buscará su cuarto triunfo como visitante.
Lo hará frente a un Alavés que está pagando la ausencia de público. Mendizorrotza es uno de los campos calientes por excelencia. Sin su gente, el conjunto babazorro sólo ha ganado uno de sus siete partidos como local, 1-0 al Athletic. Además, llevan dos derrotas seguidas en Liga, en Huesca (1-0) y Vigo (2-0).
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