Pablo Casado lleva al límite la oposición a los indultos, pero esquiva la moción de censura

La competición en la derecha ha atravesado la discusión sobre los indultos en el pleno de este miércoles en el que Pablo Casado ha llevado al límite la oposición a la medida de gracia, pero quedándose en un escalón por debajo de lo que le pide Vox. “Dimita, disuelva el Parlamento y convoque elecciones. Solo así podrá quizás indultarlo la historia”, ha pedido el líder del PP al presidente del Gobierno como broche de un discurso en el que se ha opuesto a la “disolución socialista de España” y ha acusado al Gobierno de pretender un “cambio de régimen con una mutación constitucional por la puerta de atrás”. El líder de Vox, Santiago Abascal, ha instado en paralelo a Casado a “asumir su responsabilidad” y presentar una moción de censura contra Sánchez. Pero el PP no quiere hacer uso de este instrumento, con el que Vox pretende marcarle el paso en su particular batalla por el electorado conservador. Casado, que ya ha recurrido los nueve indultos ante el Tribunal Supremo, prefiere quedarse de momento al borde de la moción.

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El líder del PP ha lanzado en el pleno un discurso de la máxima contundencia contra Sánchez, al que describe como un “radical”, un “rey Midas averiado” y “el hombre de paja de los nacionalistas”. Casado aventura que los independentistas volverán a declarar la independencia de Cataluña por culpa de Sánchez y que los indultos serán el fin de su carrera política. “El pago de estos indultos será su finiquito como presidente y el epitafio del PSOE constitucional”, le ha avisado. La ruptura con Sánchez es total, hasta el punto de que el líder popular ha acusado al Gobierno de haberle ocultado que él mismo estuvo bajo amenaza de los colectivos radicales independentistas CDR. Entre sus palabras, de la máxima dureza, ha levantado una polémica su referencia a la Guerra Civil, que ha descrito como “un enfrentamiento entre quienes querían la democracia sin ley y quienes querían la ley sin democracia”, a pesar de que la Guerra Civil surge de un golpe de Estado contra el régimen democrático de la Segunda República.

Los puentes entre el Gobierno y el principal partido de la oposición han saltado por los aires desde la aprobación de los indultos el pasado martes. El PP insiste en pedir la dimisión de Sánchez y la convocatoria de elecciones anticipadas, dando la legislatura por agotada. Casado, que ha adelantado al PSOE en las encuestas, lleva así al límite la oposición a la medida de gracia, pero opta por reclamar a Sánchez algo que sabe que no hará, que dimita y ponga las urnas, en vez de presentar la iniciativa parlamentaria prevista para cuando se quiere desalojar a un Gobierno. Los otros partidos de la derecha, Vox y Ciudadanos, le reclaman que vaya más lejos y presente una moción de censura, con la que le ha retado hasta el propio presidente.

Esa presión para Casado se ha visualizado en el pleno. Desde la tribuna, Sánchez ha asegurado que la actitud “lógica y cabal” del PP sería presentar una moción si no apuesta por el camino “de la esperanza”. Abascal ha sido más insistente: “El señor Sánchez se cree que usted no se atreve, señor Casado. Está seguro o cree que usted no puede ponerle en apuros. Nosotros creemos que hay que devolver a los españoles su voz en las urnas. Si presentan una moción, nosotros les apoyaremos, sin reproches. No digan que no tan rápido, no se precipiten. Dicen que no dan los números. ¿Lo han comprobado? ¿Han hablado ustedes con el resto de los partidos?”.

El PP, sin embargo, no ve adecuado promover una moción, según transmiten fuentes de la dirección popular, porque sería una iniciativa abocada al fracaso que reforzaría a Sánchez. “Los números que dan son los de las urnas, no los de la moción. Todas las encuestas dan a Casado como presidente”, apuntan fuentes de la cúpula del PP. “El presidente ha marcado el rumbo: dimisión y convocatoria electoral”, inciden estos interlocutores, que desdeñan la presión de Vox. “Nosotros somos el PP y tenemos nuestra posición”. Los populares están satisfechos este miércoles porque interpretan que Casado ha sido el protagonista de la sesión, al acaparar alusiones de otros partidos, aunque hayan sido para criticarle, y creen que es debido a que los grupos “ya dan por agotado al Gobierno de Sánchez” y se centran en su alternativa. De momento, a pesar de ese diagnóstico sobre el Gobierno, Casado prefiere ir hasta el límite discursivo, pero quedarse a las puertas de la moción.


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