LOS ÁNGELES – Los padres del pequeño Noah Cuatro, el niño de solo 4 años que murió tras ser víctima de supuesto abuso sexual y tortura, se declararon inocentes de los cargos que enfrentan por el presunto asesinato del menor en Palmdale, al norte de Los Ángeles.
José María Cuatro Jr., 28, y Ursula Elaine Juárez, 26, fueron acusados el 23 de enero de cargos de asesinato y tortura. El padre del niño también está acusado de un cargo de asalto que provocó la muerte de un niño y un nuevo cargo de penetración sexual a un niño menor de 10 años. La acusación alega que este último delito ocurrió el mismo día que el niño fue atacado.
Por su parte, la madre del niño también está acusada de un cargo de abuso infantil en circunstancias que probablemente causaron la muerte. En un audiencia este jueves, los padres hispanos se declararon no culpables de los cargos tras la muerte de su hijo en julio del 2019.
Los dos deben regresar a la corte para una audiencia previa al
juicio el 8 de diciembre en Lancaster, donde el caso fue enviado a juicio.
Cuatro, quien ha permanecido tras las rejas desde su arresto el
pasado 26 de septiembre, podría enfrentar un máximo de 47 años a cadena
perpetua en una prisión estatal si es declarado culpable.
Juárez, quien fue arrestada el mismo día, podría enfrentar hasta 32
años a cadena perpetua, según la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de
Los Ángeles.
Los dos informaron un ahogamiento en su piscina familiar en la cuadra 1200 de la Avenida East S alrededor de las 4 p.m. el 5 de julio de 2019. El niño fue llevado primero al centro médico Palmdale Regional y luego al Hospital de Niños de Los Ángeles, donde fue declarado muerto el siguiente día.
El menor estaba montando su bicicleta frente a su casa cuando un vecino supuestamente se le acercó y le disparó en la cabeza.
El alguacil Alex Villanueva anunció la semana siguiente que se estaba investigando la muerte del niño. El sheriff dijo que Noah vivía con sus padres y tres hermanos, quienes fueron puestos bajo custodia protectora.
El 1 de julio, la bisabuela del niño, Evangelina Hernández, presentó
una demanda por homicidio culposo contra el condado de Los Ángeles en nombre de
ella y la hermana del niño y dos hermanos, alegando que su muerte ocurrió
después de que se habían presentando múltiples denuncias de abusos al
Departamento de Servicios de Niños y Familias.
“En lugar de proteger a Noah y sus hermanos, DCFS continuó colocando los niños con sus padres abusivos, donde los niños continuaron siendo abusado en el transcurso de varios años”, alega la demanda.
Después de la muerte de Noah, los trabajadores sociales del DCFS amenazaron a Hernández “en un intento por silenciarla”, según la demanda.
El pequeño, que padecía de autismo, fue encontrado ahogado en un canal. Llevaba una camiseta y pañal, según las autoridades.
Los trabajadores sociales le dijeron a Hernández que si hacía pública alguna declaración sobre el caso de Noah y/o posibles demandas, perdería su solicitud de tutela de sus otros tres bisnietos y la posibilidad de nunca verlos de nuevo, señaló la demanda.
Los Servicios para Niños y Familias de Hathaway-Sycamores también son acusados en la demanda civil.
Hathaway-Sycamores conocía o sospechaba del abuso y mala conducta ocurridos en la casa de Noah después de que el niño fue enviado a la agencia del Departamento de Servicios para Niños y Familias del condado para servicios de salud, pero no reportó el abuso, según la demanda.
El DCFS emitió previamente una declaración sobre la muerte de Noah: “En cualquier momento, el Departamento de Servicios para Niños y Familias atiende a más de 34,000 familias y niños vulnerables en el condado de Los Ángeles con un compromiso inquebrantable de buscar la seguridad infantil todos los días en nuestras comunidades”.
“Nuestros 9,000 empleados están comprometidos con esta misión, y buscamos hacer todo lo posible para proteger a los niños confiados a nuestro cuidado”, agregó la entidad.