La presidenta del Inmujeres, Nadine Gasman Zybermann, afirmó que existe una deuda social a estos grupos de mujeres.
La pandemia por Covid-19 ha visibilizado la brecha de la desigualdad que viven las mujeres con discapacidad, indígenas, afromexicanas y rurales, evidenció Nadine Gasman Zybermann, presidenta del Instituto Nacional de Mujeres (Inmujeres).
Durante su participación en el seminario virtual “Diálogos con Iberoamérica para vencer al Covid-19. La igualdad de género en la gestión de la crisis” que fue organizado por la Secretaría General de Iberoamérica, en la que dijo que existe una deuda social a estos grupos de mujeres.
También mencionó que durante el confinamiento para evitar la propagación del virus, se trabaja sobre tres ejes: la prevención de la violencia que se ha incrementado; la sobrecarga de trabajo que recae en las mujeres; y la recuperación económica.
La funcionaria mencionó que la violencia de género es uno de los temas principales que más se ha atendido, mientras tanto se han implementado una serie de programas prioritarios, como la entrega de pensiones a mujeres indígenas.
También refirió el programa rural Sembrando Vida, en la que tres de cada 10 beneficiarios son mujeres, así como la atención médica que reciben a través del Programa IMSS-Bienestar.
Comentó que también se han ofrecido alrededor de un millón de créditos a las mujeres que se emplean en el sector informal, además se han ofrecido campañas de difusión de salud y prevención de la violencia con pertinencia cultural y lingüística, incluyendo el llamado Quédate en Casa y Quédate en tu Comunidad.
Finalmente, comentó que en México las mujeres están decididas a no regresar a la normalidad cuando concluya la pandemia, sino que se buscará crear una nueva normalidad en la que las mujeres indígenas, afrodescendientes, rurales y con discapacidad, tengan una vida más solidaria y justa. (Ntx.)