Pantic: “Mi sueño es entrenar al Atlético de Madrid”

Milinko Pantic es una de las grandes leyendas del
Atlético de Madrid
. Su paso, no muy largo como jugador, en el equipo colchonero fue tan potente y dejó tanta huella, que se ganó el cariño de todos los aficionados. Su aportación en el ‘Doblete’ fue clave.



Pero el serbio entiende que su etapa de rojiblanco no ha acabado aún. Así se lo ha confesado a ‘The Coaches Voice
’, una publicación que suele ofrecer entrevistas con entrenadores en las que ellos mismos cuentan sus vivencias en forma de artículo.

El balcánico reconoció en dicho texto que lo pasó mal cuando llegó al filial colchonero, pero también que su sueño sigue siendo entrenar al primer equipo rojiblanco. “Mi gran sueño permanece intacto: entrenar al Atlético de Madrid. Y estoy seguro de que ese momento llegará. Soy una persona muy ambiciosa que, tarde o temprano, termina alcanzando lo que quiere”, explicó el jugador en la mencionada publicación.

Milinko Pantic logró un golazo en Dortmund.
Milinko Pantic logró un golazo en Dortmund.

“Todo arranca desde cuando jugaba en el Partizan de Belgrado. Nuestro entrenador era Radomir
Antic. ‘El Maestro’, como lo llamo yo. Después de un tiempo, él se fue a la Liga española, con el Zaragoza, y yo a jugar a Grecia, al Panionios. Ya en Grecia recibí una llamada suya. Quería saber qué tal estaba siendo mi rendimiento en la liga griega. Yo le conté que mi adaptación había sido muy buena. Realmente la temporada 1994-1995 estaba siendo muy buena para mí, quizás la mejor en mi carrera como jugador: 20 asistencias y 17 goles. Pero antes de que pudiera empezar la siguiente frase, Antic me pidió algún vídeo para ver cómo estaba jugando en el Panionios. (…) Me fui a Serbia a hacer la pretemporada con el Panionios. La más dura de mi vida. En medio de la concentración me enteré de que Antic había firmado por el Atlético de Madrid. Al volver, contactó conmigo con un mensaje muy claro: ‘Te quiero firmar para el Atlético’. Tenía la curiosidad de saber si realmente estaba preparado para jugar a ese nivel. Mi fichaje por el Atlético fue cosa del destino, una historia sobre la que se podría hacer una película”, explicó sobre su fichaje por el cuadro colchonero.

LO MAL QUE LO PASÓ AL LLEGAR AL FILIAL

El exjugador reconoció que dar el paso al banquillo no fue sencillo para él, tuvo que hacer el curso entero cuando otros compañeros que han pasado ocho años en LaLiga, pueden hacer uno ‘express’. Se define como “de la escuela holandesa”, ni de la española ni de la serbia.

Pero qué mejor que empezar en casa, con el filial rojiblanco. “El Atlético es un club especial, que deja huella a todo jugador que pasa por él. Yo al menos lo considero mi casa; y qué mejor para empezar como entrenador que en mi casa. Fue a cargo del segundo equipo, el Atlético B.

“Los primeros cinco días de pretemporada con el Atlético B fueron los más difíciles y duros de mi vida profesional. Me encontré con hasta 36 jugadores. 29 de la plantilla y 7 que estaban a prueba. Subimos a Los Ángeles de San Rafael –las instalaciones del club en la pretemporada- para entrenar en un campito. Y cuando digo campito es porque lo era; no tenía las dimensiones habituales. Ahí tenía que preparar un entrenamiento para 36 jugadores, casi sin espacio para todos. Para preparar los entrenamientos en esas condiciones, casi no dormía la noche anterior”, explicó para añadir que lo más duro para él fue decirle a los chicos que tenía a prueba que no seguían. “Pensé que se lo iba a decir el director deportivo, pero no (…) Quise ser todo lo sincero posible con ellos, porque creo que, si eres sincero con el jugador, él lo entiende. De los siete chicos a prueba nos quedamos con uno, y a los demás tuve que decirles que no me interesaban. No es que no valieran para ser futbolistas. En absoluto. Simplemente no valían para las condiciones de ese momento. Todo el mundo puede fallar en un momento determinado.Pero como entrenador debes tener claro que es imposible contentar a todos. Siempre habrá alguien que estará enfadado”, explicó.


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