El Athletic va a depender cada vez más de los jugadores que salgan de Lezama. El caladero de la entidad rojiblanca es el que es y los clubes de los alrededores también disponen de más recursos para retener a los jugadores formados en sus respectivas canteras. No solo se trata de dinero además, sino de proyectos deportivos interesantes.
Remiro, por ejemplo, prefirió irse a la Real antes que ser el portero titular del Athletic, aunque quizás lo primero llegase por precipitarse a la espera de lo segundo. Con Areso ha pasado más o menos parecido, y su destino final será Osasuna. Al lateral diestro del Bilbao Athletic le seduce más la oferta deportiva y económica rojilla que la rojiblanca.
Lo realmente importante desde la perspectiva del club bilbaíno es que este tipo de futbolistas no siga en la entidad. Nadie duda de su calidad ni de sus condiciones futbolísticas, pero sí de su espíritu digamos competitivo. Si no eres titular en un sitio porque, entre otras cosas, hay otros por delante; de lo que se trata es de esperar tu momento para demostrar tu valía a ras de césped y hacerte con el puesto.
Cada cual, claro está, mira por sus propios intereses. Lo del amor a los colores y la implicación si eso, mejor dejarlo para otro día.
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