Cada año comienza y termina delante de la televisión. 2021 arrancó con una de las imágenes más poderosas de los últimos 12 meses: dos mujeres, Ana Obregón y Anne Igartiburu, agarradas de la mano en silencio ante una Puerta del Sol vacía por primera vez en el cambio de año. Muchos vieron en ese plano un símbolo de la resiliencia y la fuerza del ser humano. Fue un ejemplo más de la extraña conexión que se establece entre los espectadores de ese aparato, la televisión, que tanto marca nuestras vidas y que, por supuesto, ha marcado 2021. Aunque no se repetirá este año por el positivo en coronavirus de Obregón.
Pasó poco más de una semana cuando la televisión fue una ventana más a los efectos de Filomena. La nevada que paralizó buena parte del centro peninsular disparó la audiencia de Telemadrid, que el 9 de enero, día en el que la capital amaneció blanca, logró su mayor cuota de pantalla en nueve años, un 12%, llegando en algún punto de la mañana a picos que superaron el 29%. Presentadores y colaboradores de programas en directo se ausentaron por la imposibilidad de llegar a los platós, e incluso se produjo un hecho insólito: Sábado Deluxe cambió de día de emisión ante la imposibilidad de realizarse. Según un informe de la consultora Barlovento Comunicación, la borrasca disparó el consumo televisivo. Entre el 7 y 12 de enero, se vieron una media de 30 minutos más de televisión respecto al mismo periodo del año anterior (en la Comunidad de Madrid el incremento fue de 48 minutos).
En los primeros compases del año, las turbulencias que venían persiguiendo a RTVE parecía que llegaban a su fin. El 25 de febrero, la corporación pública veía cómo se renovaba su consejo de administración tras sellarse un pacto político. De ahí salió el nuevo presidente del organismo, José Manuel Pérez Tornero, que el 25 de marzo fue elegido por el pleno del Congreso de los Diputados. El nuevo equipo llegó en las horas más bajas de la televisión pública, sumida en una profunda crisis y con récords negativos de audiencia. Desde entonces se han producido cambios en la directiva, dimisiones, relevos y variaciones en el organigrama, pero la tarea de recuperar la audiencia y relevancia perdida queda pendiente para 2022.
La televisión también es cultura, como la que celebran los Goya cada año. La ceremonia que se celebró el 6 de marzo tuvo a Antonio Banderas y María Casado como presentadores, una gala híbrida (con invitados en el escenario y nominados en sus casas), más solemne de lo habitual y cameos de estrellas internacionales apoyando el cine español. Muy diferente fue el otro hito televisivo que tuvo lugar en marzo: el final de Mujeres y hombres y viceversa. El formato, que se mantuvo en antena durante 13 años y que en su momento enganchó a miles de jóvenes que se entretenían con las citas de sus participantes e incluso soñaban con ser tronistas, se despidió víctima del desgaste y de la evolución de la telerrealidad. Los espectadores preferían entonces engancharse al programa de Telecinco en el que, en diversas entregas, Rocío Carrasco habló a millones de personas de violencia vicaria mientras rompía el silencio que había mantenido hasta el momento sobre su vida personal.
Mayo es el mes de una de las grandes citas televisivas, Eurovisión. El festival de este año, que volvió a celebrarse —entre un estricto protocolo anticovid— tras un año ausente por la pandemia, mantuvo la costumbre de dejar a España en la cola: Blas Cantó terminó en penúltima posición. A cambio, regaló una de las victorias más estimulantes de los últimos años, la del grupo de rock italiano Maneskin con el tema Zitti e Buoni (Callados y buenos). Las críticas del escaso apoyo y difusión de RTVE a la candidatura española han tenido también su respuesta en la creación de Benidorm Fest, un evento para la selección del representante nacional que se celebrará a principios de 2022.
A estas alturas, se podría pensar que quedan pocas cosas con las que Cuéntame cómo pasó pueda sorprender. Pero la serie española que este año cumplió 20 años en antena dio un giro de guion trayendo la trama a la actualidad para mostrar cómo afrontaron los Alcántara la pandemia de coronavirus. El último capítulo de esta insólita temporada regaló, además, un giro más: la posibilidad de asistir, gracias a esos saltos temporales, a la muerte, en 2021, de Antonio Alcántara, uno de los personajes más icónicos de la ficción televisiva patria. El episodio se emitió el 20 de mayo. Una semana después, otra emblemática ficción estuvo en el centro de la conversación televisiva. Los seis actores que interpretaron a los amigos de Friends se habían reunido para un especial que explotó la nostalgia y sirvió como homenaje a la popularísima comedia.
El verano fue el momento de las grandes citas deportivas heredadas de 2020. Mediaset se encargó de la retransmisión de la Eurocopa. El 6 de julio, España cayó eliminada en los penaltis en la semifinal frente a Italia con una audiencia de vértigo para Telecinco: los 90 minutos reglamentarios tuvieron una media de 11.767.000 espectadores; la prórroga llegó hasta los 13.508.000 televidentes; y los penaltis fueron la emisión más vista del año, con 14.170.000 espectadores y una cuota del 72,9%. Después fue el turno de los Juegos de Tokio que retransmitieron TVE y Eurosport. Las emisiones de La 1 lograron una cuota de pantalla media del 15,5%, y un total de 30.424.000 espectadores conectaron en algún momento con los Juegos de Tokio en la televisión.
Los récords
A lo largo de 2021, tres grandes comunicadores hicieron públicos los reveses de salud a los que han tenido que hacer frente. En febrero, Julia Otero anunciaba que dejaba temporalmente las ondas para centrarse en la recuperación de un cáncer. Otero ya tiene fecha de regreso a su programa de Onda Cero: el 10 de enero. El cáncer también es el motivo por el que Ana Rosa Quintana anunció su retirada temporal de las pantallas, aunque seguirá trabajando en su productora, Unicorn Content. Y Carles Francino conmovió a sus oyentes el 10 de mayo en su regreso a La ventana de la SER con el relato de cómo el covid le había golpeado.
En el apartado de récords, Pablo Díaz logró llevarse el 1 de julio el bote de Pasapalabra tras ver su cara dentro del Rosco del programa más veces que ningún otro concursante en la historia del formato en España. Ya en otoño, la surcoreana El juego del calamar se convertiría en la serie de Netflix más vista en la historia de la plataforma, todo un fenómeno mundial en una era que no entiende de fronteras en la difusión del contenido audiovisual. Y en septiembre, Antena 3 lograba liderar en solitario las audiencias mensuales de la televisión lineal en España, rompiendo así una racha de tres años consecutivos de liderazgo de Telecinco. El sorpasso se empezó a fraguar en agosto, cuando ambas cadenas protagonizaron un empate técnico, y se confirmó en noviembre con una nueva victoria de Antena 3 (tras otra de Telecinco en octubre).
En septiembre, los Emmy elevaron a Netflix al trono de la ficción televisiva mundial con las victorias de The Crown y Gambito de dama como mejor drama y miniserie, respectivamente, de la temporada. Ted Lasso, de Apple TV+, completó un tridente vencedor dominado, por primera vez, por las plataformas. El mismo día en el que se entregaban los Emmy, el 19 de septiembre, los televidentes españoles asistían, atónitos, a un fenómeno de la naturaleza tan impresionante como destructivo: la erupción del volcán Cumbre Vieja en La Palma. Como era de esperar, la televisión autonómica canaria registró sus mejores datos de audiencia, y elevó a sus informativos a máximos históricos, como la cuota del 44,5% que logró el día después de que comenzara la erupción o un 35,2% de cuota media el domingo en que el volcán empezó a expulsar lava (muy lejos del 5,2% que marcó una semana antes).
A vueltas con las plataformas
Las plataformas también han sido noticia este año, con la llegada el 26 de octubre de HBO Max para renovar el servicio que ya ofrecía la marca en España, y el lanzamiento de RTVE Play, sustituta de A la carta en la cadena pública. Las plataformas han estado en el centro del debate en torno a la nueva ley audiovisual, clave para que el Gobierno saque adelante los Presupuestos del Estado para 2022. Tras muchas vueltas, el acuerdo final entre el Gobierno y ERC supone que las plataformas que emitan en todo el Estado tendrán que aportar fondos para nueva producción en otras lenguas cooficiales que sumarían unos 15 millones de euros.
Y en diciembre, los finales. El mes arrancó con la despedida definitiva de La casa de papel. El gran fenómeno mundial de la ficción española y la serie que ayudó a situar a España en el panorama de las plataformas cerró el golpe al Banco de España, pero anunció una serie derivada, Berlín, sobre el pasado del personaje interpretado por Pedro Alonso. Otra puerta que se cerró el 23 de diciembre es la de Late Motiv, el programa que Andreu Buenafuente presentaba en #0 de Movistar. Aunque el presentador y humorista tiene en marcha nuevos proyectos, la despedida de este formato, un late night tranquilo y con aroma autoral, sabía a final de una era.
Más despedidas televisivas, y más dolorosas: las muertes del cantante y triunfito Àlex Casademunt, el periodista y productor David Beriain, la periodista Mila Ximénez, la cantante y presentadora Raffaella Carrá, el actor Jordi Rebellón, el presentador y crítico Antonio Gasset, la actriz Verónica Forqué…
El círculo se cerrará despidiendo 2021 delante de la televisión. O de la pantalla, porque para ver la capa de Ramón García habrá que pasarse por el canal de Ibai Llanos en Twitch. Los tiempos cambian y los formatos evolucionan. Pero la televisión siempre permanece.
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