Suyas normalmente las noches de Toronto, la hermana pequeña de Nueva York dicen algunos, si la misma Nueva York tampoco ha dormido esta pasada madrugada ha sido por él, estratosféricos sus 52 puntos en la visita de los Raptors a los New York Knicks (106-113). Pascal Siakam no tiene el cuerpo de otros pero pocos mueven los pies con su gracia y baila en la pista como si en vez de baloncesto fuera de break dance, fintas con el cuerpo, saltos portentosos, cualquier tipo movimiento para sacarse el tiro bajo acoso, desde la pintura, desde la media distancia, desde el perímetro. “¿Los mejores números de mi carrera? ¿En serio? Jajaja, pues no lo sabía, qué bueno”, respondía el pívot camerunés, 26,2 puntos de media, a MD en una comparecencia prepartido de esta temporada.
Siakam vive feliz, va por la vida despreocupado, espíritu de niño permanente esté donde esté, sea con periodistas y con sus compañeros. Por eso, cuando más canutas las estaban pasando los Raptors, 6 derrotas seguidas y mucha preocupación ya en la prensa de Toronto, se sacó el partido de su vida. Y, tan elegante que es él, eligió el majestuoso Madison Square Garden, contra unos Knicks que eran la antítesis al ya menos decaído equipo de Nick Nurse, 8 triunfos consecutivos, estériles los 30 tantos de RJ Barrett, Julius Randle y los 20 de Immanuel Quickley. “Ha sido divertido”, decía lo primero el ‘center’, contradictorio con semblante serio como el que estaba, paradójicamente, más serio de lo normal, quizá todavía no consciente de lo que había hecho, sorprendente su seriedad.
“No no, estoy bien, pero me he quedado frío con el agua que me han tirado”, aclaraba el pívot de 28 años, 17 de 25 tiros convertidos, además de 9 rebotes y 7 asistencias. Porque, tan despreocupado va por la vida, que aunque nació para con también una inteligencia hecha para el baloncesto -promedia 6,8 pases de canasta, el pívot que más sólo tras Nikola Jokic-, no se dio cuenta hasta los 17 años, edad a la que empezó a jugar. “Quizá no soy consciente de lo que hecho porque empecé tarde en el baloncesto”, reconoció Siakam, cuyo primer amor, como explica Michael Grange en Sportsnet, fue el fútbol. Y tanto es así que se puede tirar minutos y minutos haciendo toques con un balón de baloncesto.
“No estoy haciendo nada especial esta temporada, sólo seguir creciendo y mejorando, ser el primero en llegar y el último en irme”, recalca, también esta vez, siempre que se le pregunta por las claves de un rendimiento esta temporada con el que se ha ganado todo el derecho a preguntar por el MVP. De hecho, en general y tanto entre los medios que siguen los Raptors, como incluso desde dentro de la propia franquicia, hay la percepción de que Siakam está infravalorado. No tendría por qué tratándose de todo un campeón NBA, compañero en la pintura de Marc Gasol y Serge Ibaka en el anillo de 2019, cuando fue nombrado también Jugador Más Mejorado.
“¿Los mejores números de mi carrera? ¿En serio? ¡Qué bueno, no lo sabía!”
“Es un jugador increíble, nos da todo, espacio, calma en la pista…”, reconocía el técnico de los Raptors, Nick Nurse, claro pero breve porque ya no le sorprende nada de Siakam, el seguro de vida de la franquicia canadiense ante la dispersión de Scottie Barnes -2 puntos y un 1/10 en tiros esta vez-, y la inconsistencia de Fred VanVleet, espectacular aún así esta vez con 28 tantos -10/24 en lanzamientos-.
“Simplemente es un jugador especial, de esos jugadores especiales que están a la altura en los momentos más importantes”, decía, el también All-Star, rindiéndose a Siakam, de los pocos estos días que se ha salvado de las críticas. Otro de ellos es Juancho Hernangómez, titular de nuevo con 4 puntos (2/4 en tiros) y 5 rebotes, mantenido 28 minutos en pista por Nurse a pesar de esa baja anotación porque lo que le pide, abrir espacios para los demás con sus cortes y bloqueos y aplicarse en defensa, lo cumple a la perfección.
“Es el primero en llegar a los entrenamientos, es el líder, lo quiere y lo asume. Está a un nivel fantástico”, destacaba el mediano de los Hernangómez en noviembre a pregunta de Gigantes del Basket. Pascal Siakam se propuso estar en el top-5 de la NBA a principios de temporada, algo que no suena a locura. No intimida con su cuerpo pero cautiva con sus pies y su pluralidad como jugador -capaz de disfrazarse de base, de escolta o de pívot-, y sobre todo esa naturalidad en lo que hace que cada vez es más. Hay que hablar de Siakam.