El mexicano Pato O’Ward se ha convertido en uno de los pilotos más seguidos en el ‘paddock’ de la IndyCar gracias a su gran rendimiento en 2022 y a que es uno de los principales candidatos al título en 2023 pero también porque la Fórmula Uno parece algo cerca para él.
“Es obvio que la oportunidad de la Fórmula Uno existe, está ahí, pero nunca se sabe, para eso son las carreras. Hay que ganárselo ahí”, afirmó el piloto mexicano a Efe.
Los seis meses de parón de la IndyCar han ayudado a que, igual que el español Álex Palou, O’Ward haya podido probar el coche de McLaren y pasar los tests aunque su vínculo con la Fórmula Uno de momento está en pausa.
“Es una relación similar a la que tiene Álex Palou. Estamos concentrados en IndyCar y, cuando acabe nuestra temporada, es cuando vendrán las pruebas y las oportunidades en Fórmula Uno“, explicó.
Ambos pilotos tienen previsto asistir al Gran Premio de Miami (7 de mayo) y, posteriormente, se sumarán a partir de septiembre como apoyo al equipo de Lando Norris y Oscar Piastri.
De momento, la prueba de St Petersburg (Florida, EE.UU.) que dio este domingo el pistoletazo de salida de la IndyCar se le escapó al mexicano en el último suspiro y terminó en segunda posición.
Cuando marchaba líder a cuatro vueltas del final, su motor tuvo un fallo eléctrico que permitió que el sueco Marcus Ericsson le adelantara para cantar victoria.
“Es un super buen comienzo del campeonato, es lo que queríamos hacer, es lo que hicimos. Lástima lo sucedido al final, se nos escapó la victoria, realmente no pude hacer mucho más. Pero muy contento con todo el trabajo que hicimos en los ‘pits’ y cómo andaba el auto”, afirmó O’Ward.
Pese a la frustración evidente, apreció la evolución de su monoplaza. “Lo hicimos todo bien hoy, hemos colaborado como equipo para ajustar el coche y dejarlo mejor que el año pasado aquí. Estoy muy feliz por eso, pero tristemente es molesto dejarlo a un lado, no pudimos hacer mucho más. Definitivamente es un paso muchísimo más alto de donde estuvimos”, argumentó.
La próxima carrera de la temporada de IndyCar será en el óvalo de Fort Worth (2 de abril), donde ya ganó en 2021 y se ve con posibilidades. “Vamos a por todo en Texas. Me gusta esa pista, somos bastante rápidos allí”, aseguró.
También lo cree por una razón de apoyo desde la grada ya que es una de las carreras a las que más aficionados mexicanos se desplazan: “Texas es lo más cerca que tengo a casa, así que estoy muy emocionado de volver allí y estar cerca de mi gente”.
Su equipo, Arrow McLaren, es uno de los firmes candidatos a relevar a un Chip Ganassi y un Team Penske que llevan diez años ganando al campeonato por equipos de la IndyCar. La llegada de Alexander Rossi, por ejemplo, es un claro ejemplo del crecimiento de Arrow McLaren.
Ante esto, O’Ward no se arruga a la hora de hablar del título como un claro objetivo para él: “Obvio, lo que queremos hacer es pelear con ellos. Llevan controlando la última década y vamos en esa trayectoria, por el camino correcto, hay que seguir empujando”.
Para ello, deberá ser mejor que, entre otros, un Palou que conquistó la IndyCar en 2021 y con quien tiene una magnífica relación.
“Me encanta competir con él, seguro que él dice lo mismo. Siento que siempre hemos corrido muy limpio, muy fuerte. Pero es un gran rival y es muy emocionante porque normalmente él siempre está en el ‘mix’, como nosotros. Seguirá así por muchos años, ojalá”, dijo.
La duda es si esa sana rivalidad tendrá continuidad en la Fórmula Uno siendo los dos pilotos oficiales de McLaren en la categoría reina: “Ojalá que sí, sería fantástico poder continuar compitiendo también ahí”.
O’Ward y Palou tienen mucho en común, también un episodio muy frustrante: el de haber sido segundos en las 500 Millas de Indianápolis.
Preguntado por su preferencia entre ganar el título de IndyCar o derramar la botella de leche sobre su cabeza, el mexicano no lo dudó: “Obvio te tienes que ir por las 500 millas, pero tengo mucha hambre por las dos”.