Pau Gasol, de la retirada de Yao Ming al éxito de Embiid

Pau Gasol y Juan Carlos Navarro, en las instalaciones del Barcelona.
Pau Gasol y Juan Carlos Navarro, en las instalaciones del Barcelona.

La incertidumbre sobre cómo puede responder el pie izquierdo de Pau Gasol a la exigencia de la competición atenúa la euforia provocada por su regreso al baloncesto europeo con el Barça. ¿Cuál será su respuesta física y su rendimiento? ¿Cuántos minutos podrá jugar? Preguntas sin respuesta hasta que no regrese a la actividad, a los entrenamientos en grupo de un equipo como el Barça. El jugador, que este lunes superó las pruebas médicas previas a su presentación como azulgrana, es cauto después de haber estado dos años sin jugar. “Quiero ver cómo está el cuerpo, además del pie, para tener una foto clara”, dijo cuando aterrizó en Barcelona procedente de su residencia en California. “También ver qué tipo de trabajo tengo que hacer, así como las cargas y los entrenamientos”.

Los antecedentes de jugadores que han sufrido esa lesión, una rotura por estrés del escafoides tarsiano del pie, ponen de manifiesto su gravedad. Se trata de un hueso clave, cuya función es estabilizar el arco del pie gracias a que en él se inserta el tendón más importante de la cara interna del mismo, el tibial posterior. Es una de las zonas donde el cuerpo, especialmente el de los jugadores de baloncesto, soportan mayores cargas y tensiones.

Uno de los casos más sonados es el que obligó a Yao Ming a retirarse. El pívot chino, de 2,29 metros, se lesionó en mayo de 2009, en las semifinales de la Conferencia Oeste entre su equipo, Houston Rockets, y los Lakers. Fue operado dos veces y se perdió la temporada 2009-2010. En 2011, cuando tenía 30 años, volvió a las canchas, pero solo pudo jugar cinco partidos en los que se cercioró de que no tenía más alternativa que la retirada.

Joel Embiid, el pívot camerunés de los Sixers, número tres en el draft de 2014, se perdió las dos primeras temporadas tras ser operado en dos ocasiones de la fractura por estrés navicular —así es como llaman en Estados Unidos al escafoide— del pie derecho. Embiid, de 2,13 metros y 127 kilos, 14 más que Pau Gasol según los datos de la liga, debutó por fin en la NBA en noviembre de 2016. Tenía 22 años, 18 menos que Pau Gasol ahora. Los Sixers limitaron la actividad de Embiid, especialmente en su primera temporada en la que solo jugó 31 partidos y una media de 25 minutos. Su recuperación ha sido satisfactoria y ahora promedia 33 minutos con un excelente rendimiento: 30 puntos y 11,6 rebotes de media. El lituano Zydrunas Ilgauskas sufrió también la lesión por estrés navicular en 1999 cuando tenía 23 años. Fue operado dos veces y se perdió 127 partidos, casi dos temporadas completas. Pero pudo proseguir su carrera hasta 2011. Bill Walton, otro legendario pívot, fue baja durante dos temporadas, desde 1980 a 1982, pero con 30 años volvió de forma gradual a las canchas, ganó su segundo anillo de campeón con los Celtics en 1986 y se retiró en 1987, de nuevo a causa de una lesión.

Marc Gasol y Michael Jordan

Pau Gasol tiene otro ejemplo muy próximo, el de su hermano Marc, operado de una fractura de tipo II no desplazada del escafoides tarsiano del pie derecho, en febrero de 2016, cuando jugaba en los Memphis Grizzlies. Debido a aquella lesión tuvo que renunciar a competir en los Juegos de Río, en 2016, pero pudo volver a la actividad en noviembre de ese mismo año. La diferencia es la gravedad de la fractura. Varios jugadores como Marc han superado la lesión en seis u ocho meses. Por ejemplo, Michael Jordan regresó tras perderse 64 partidos en 1985-1986, su segunda temporada en la NBA.

El cirujano que operó a Pau Gasol el 9 de mayo de 2019 es Robert Anderson, muy famoso en el ámbito deportivo. Ha tratado a estrellas de la NBA como Stephen Curry o Kevin Durant y recientemente ha operado de un pie a Patrick Mahomes, estrella de la NFL con los Kansas City Chiefs. Durante su proceso de recuperación, Pau Gasol consultó con varios especialistas. Seis meses después de ser operado, acudió al Centro Médico de Excelencia FIFA en Murcia, donde examinaron su lesión. “Le hicimos pruebas biomecánicas. Le recomendamos un tratamiento con materiales biológicos, en concreto con células, en el interior del hueso lesionado. Le dijimos que el pronóstico era bueno y que podía recuperarse para rendir a un buen nivel competitivo”, explica el doctor Pedro Luis Ripoll, director del Centro Médico, donde trabaja junto al doctor Mariano de Prado, presidente de la Sociedad Española de Medicina y Cirugía de Pie y tobillo, que fue quien visitó al pívot de Sant Boi.

La edad del deportista, 38 años cuando Pau Gasol fue operado, dos más ahora, es un factor importante, explica Ripoll. “Lo que marca la diferencia es que se trata de un deportista con la mentalidad de los campeones, capaz de asumir los sacrificios que implica una recuperación de lesiones tan importantes y con una enorme capacidad para resistir y superar el dolor. Hay un caso notorio como el de Sergio Asenjo (portero del Villarreal, de 31 años) que volvió a jugar en Primera División después de ser operado cuatro veces del ligamento cruzado anterior”.

La lesión de la que se recupera Pau Gasol ya había lastrado su rendimiento antes de ser operado. Durante la temporada 2018-2019, que empezó con San Antonio y acabó con Milwaukee, solo jugó 30 partidos, con una media de 12 minutos. Después de operarse dos veces y de un largo proceso de recuperación, muy condicionado por la pandemia, el 24 de noviembre de 2020 publicó por primera vez unas imágenes de su regreso a la actividad en una cancha. Su excompañero en la selección española, Raúl López, le ayudó en su vuelta a los entrenamientos.

Gasol cuenta con un fisioterapeuta personal, Joaquín Juan, que le acompaña a menudo y que suele trabajar con él en muchas de las competiciones con sus equipos y con la selección española. Los médicos hacen especial incidencia en que el deportista de élite, sobre todo cuando se encuentra al final de su carrera, sufre también un estrés psicológico importante. Pero el objetivo de poder acudir a los Juegos por quinta ocasión en su carrera, es una extraordinaria fuente de motivación para un jugador que también sueña con completar su gran palmarés con una Euroliga con el Barça.


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