Pau Gasol: “Siempre he luchado por retos excepcionales”


Pau Gasol ha vivido lo mejor y lo peor durante los últimos 28 meses, desde que disputó su último partido en la NBA el 10 de marzo de 2019 hasta el momento que tanto anhela y temió perderse, el de sus quintos Juegos Olímpicos tres semanas después de haber cumplido 41 años. Tuvo que operarse dos veces de una fractura en el pie izquierdo. Vio ganar a su hermano Marc la NBA en junio de 2019. Se casó con Catherine McDonnell un mes después y en septiembre de ese año contempló desde la distancia cómo la selección se coronaba campeona del mundo. 2020 empezó de la peor manera. Fallecieron sus amigos Kobe Bryant (26 de enero) y Pau Donés (9 de junio). En septiembre nació su primera hija, Elisabet Gianna, con ese segundo nombre en honor de la hija de Kobe, fallecida en el mismo accidente de helicóptero que su padre. Y entre medias, llegó la pandemia y se retrasaron un año los Juegos. Ello le dio tiempo a culminar la complicada recuperación del pie y volver a rendir a alto nivel, como demostró en los 23 partidos que disputó con el Barça.

Pregunta. ¿De dónde sacó las fuerzas para superar una lesión tan grave?

Respuesta. Siempre ha sido mi actitud y mi mentalidad. Siempre he sido una persona que me he movido por retos y me he crecido en los momentos de más adversidad y dificultad. Y ha habido momentos muy difíciles, con muchas dudas e incertezas en mi recuperación. Pero siempre me he movido con la idea de que por mí no quede. Si no llego a algo, que no sea porque no lo he luchado. Aunque en cualquier momento la decisión más inteligente y más prudente hubiera sido la de pasar página. La ilusión de seguir jugando, de retirarme jugando y gozando otra vez del baloncesto al más alto nivel me motivó y me empujó durante esos momentos difíciles. Ahora mismo creo que fue una decisión acertada. Las cosas han ido muy bien. He acabado esa etapa con muy buenos resultados con el Barça. Y ahora el reto son los Juegos con la selección.

P. ¿Ha podido más el corazón que la cabeza?

R. Sin duda. Ha sido una cuestión muy pasional, muy emocional. Lo más prudente e inteligente hubiera sido decir: “Hasta aquí hemos llegado. Celebrémoslo y estemos orgullosos de lo que se ha hecho”. Pero no he sido nunca conformista. Siempre he intentado luchar por hacer cosas excepcionales. Poder volver aquí y jugar al nivel que lo he hecho y ganar otro título con el Barça ha valido la pena. Es excepcional, algo por lo que me agrada definirme y por lo que gusta que me definan.

P. ¿Ha tenido un referente durante este tiempo?

R. He trabajado con Raúl López. Me ha ayudado en este proceso de readaptación a la pista. Trabajamos varios meses a distancia cuando yo estaba en Estados Unidos. Y él sabía lo que había, un plan para cambiar cargas, forzar mucho más la pierna derecha y liberar un poco el pie izquierdo. Ha sido un proceso de muchos meses de trabajo, de entrenamientos diarios y su ayuda me ha venido muy bien. Pero sin duda, las ganas de conseguirlo, de lucharlo, el convencimiento de no tirar la toalla, es lo que me ha empujado a sobreponerme a algo que era muy complicado. Muchos días no lo tenía nada claro.

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P. ¿Temió no estar al nivel adecuado?

R. Por eso precisamente cuando firmé por el Barça decidimos seguir un proceso. Dispuse básicamente de un mes para entrenarme de manera individual, después con el Barça B… ir probando e ir viendo cómo progresaba. Lo que no queríamos ni yo ni el Barça es que jugara a un nivel bajo o inaceptable para mi estándar, ¿no? Por eso seguimos un proceso de trabajo planificado, con mucha paciencia por parte de todos. Ha sido progresivo y las cosas han ido bastante bien a medida que iba jugando más minutos y partidos, pero todo estaba muy pensado.

Esta lesión ha sido muy complicada, muchos días no lo tuve nada claro”

P. Regresa a Saitama, a Japón, donde España ganó el Mundial de 2006 y usted sufrió una grave lesión que le impidió jugar la final.

R. Han pasado 15 años y he estado dos veces en Japón y ojalá nos vuelva a traer suerte. Firmaría con los ojos cerrados lesionarme y ganar el oro como entonces. Nuestra mentalidad siempre es ambiciosa, de trabajo, de gozar y de ir a por todas. Siempre hemos sido los primeros en exigirnos al máximo. Este equipo lo volverá a hacer. Las dos finales olímpicas contra Estados Unidos fueron finales competidas y en la de Pekín estuvimos más cerca. Al final nos quedamos un poquito cortos pero con la sensación de haber tenido opciones. Hay que valorar lo que cuesta ganar una medalla y el bronce en Río 2016 fue muy importante.

P. ¿Cuál será su papel ahora?

R. Está claro que será diferente. No aspiro a jugar todos los minutos que he jugado con anterioridad ni a tener el papel que había tenido. Pero sí puedo desempeñar una labor significativa, contribuir, marcar diferencias y ayudar al equipo a ganar y a ser mejores.

P. ¿El periodo que ha competido en el Barça puede marcarle la pauta?

R. Ojalá que pueda seguir una línea similar: contribuir y marcar las diferencias que marqué en todos esos partidos con el Barça.

P. ¿Cómo evaluaría esos tres meses de azulgrana?

R. Soy una persona ambiciosa, pero me encontré mejor de lo que esperaba. No me marco un nivel determinado. Intento estar al máximo que pueda y que el trabajo dé sus frutos. Al final he superado mis propias expectativas.

“Mi papel cambiará, pero puedo marcar la diferencia con la selección”

P. ¿Qué hará la próxima temporada?

R. Veremos cómo van los Juegos. Ojalá el cuerpo responda igual de bien que durante estos meses en el Barça. El factor más importante es el familiar y el personal. Esta profesión requiere estar mucho tiempo alejado de la familia. Una de las cosas que sí puedo decir es que va a ser mi último campeonato con la selección y eso tiene un significado muy grande a nivel emocional por todo lo que he vivido con ella. Voy a disfrutar cada momento como si fuera el último, que en este caso lo será.

P. ¿Pero seguirá jugando?

R. No pienso en la temporada que viene. No es que descarte nada. Pero ya lo sopesaré. Tengo muy en cuenta a mi familia. Hay un momento en que debes saber cuándo hay que pasar página y dedicarte a otras cosas. Durante la pandemia he tenido la oportunidad de conectar con muchas personas interesantes y me han dado una idea de qué camino puedo tomar en el futuro. Pero quiero ir con cierta cautela. No quiero tomar una decisión de golpe y porrazo, ni intentar hacer muchas cosas, porque el que mucho abarca poco aprieta.

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