"Pau ha cambiado el juego de la NBA, ha sido una inspiración para Embiid y Jokic"

"Pau ha cambiado el juego de la NBA, ha sido una inspiración para Embiid y Jokic"

Pau Gasol se deja sentir en todos y cada uno de los días de la NBA, y los que vendrán con su otra gran herencia. Un legado esparcido, que va más allá de esa vasta joyería que añadió la prenda dorada de los Lakers con su ’16’ que ya descansa en el cielo del antaño nombrado Staples Center como una reliquia más junto a las de Kobe Bryant, Wilt Chamberlain, Magic Johnson y demás leyendas.

Pau abrió un nuevo mundo a la NBA, contribuyendo a hacer entender, a través de la expansión de los fundamentos del baloncesto español y también europeo, que no había fronteras para los hombres grandes, que se podía ser base, escolta o lo que fuera siendo pívot, que había llegado la hora de que el propio pívot se emancipara del estereotipo de ‘grandullón’ que sólo sabía jugar cerca del aro o rebotear. Gasol era el que iba a confirmar -o por lo menos uno de ellos-, lo que, por ejemplo, había dejado caer otro ‘center’ europeo con alma de base como Arvydas Sabonis. Hasta mejorándolo.

Pau Gasol, junto a Mike Batista y Brevin Knight en su época en Memphis

Getty Images

“Pau ha sido una inspiración para pívots tan completos como Joel Embiid o Nikola Jokic y el tipo de pívots que vemos ahora”, advierte una figura de la categoría de Mike Batiste, compañero del de Sant Boi en los Grizzlies la temporada 2002-2003 y ahora entrenador asistente de los Houston Rockets, que fue tres veces campeón de la Euroliga con el Panathinaikos. “Hay que hablar también de su dominio a nivel europeo. Con su legendaria carrera, si hablamos de los mejores de Europa, él es el más grande”, resalta Batiste, entre sus pupilos uno de tantos españoles que inspiró Pau para hacer las Américas, el madrileño Usman Garuba.

El recuerdo de Gasol a través de la influencia que ha dejado en el juego sigue bien presente para más entrenadores actuales de la mejor liga del mundo que todavía aún recuerdan hoy la complejidad que entrañaba defender al de Sant Boi.

“Pau Gasol es uno de los pívots más interesantes que ha habido no sólo en la NBA, también en el mundo”


Nick NurseEntrenador de los Raptors

“Sí, era muy difícil. Podía anotar, pasar, leer el juego, postear, rebotear, tirar… era realmente inteligente. Podía impactar en el juego de muchas maneras. Podía hacer de todo”, destaca el técnico de los Chicago Bulls, Billy Donovan, entrenando en Oklahoma City cuando estaba en la franquicia de Illinois el mayor de los Gasol. “Yo te puedo hablar de Pau, pero también de Marc, que lo tuve aquí”, señala el entrenador de los Raptors, Nick Nurse.

“Creo que son dos de los jugadores grandes más interesantes que han jugado no sólo en la NBA, sino en todo el mundo. Ellos simplemente sienten el juego de una manera fantástica, podían anotar dentro y fuera y también fueron tremendos como compañeros. Dos jugadores realmente impactantes”, subraya Nurse sobre Marc y también Pau, hasta indescifrable para los rivales que durante un buen tiempo le tuvieron de compañero.

“En los Lakers su nivel llegó a ser impresionante hasta el punto de que lo único que podías hacer es que tomara un tiro difícil y esperar a que fallara”, reconoce, con una sonrisa que entonces era resignación, Hakim Warrick, colega de vestuario en Memphis entre 2005 y 2008 de Pau y hoy entrenador asistente de los Ignite de la G-League, donde se encuentra enrolado Scoot Henderson, tan ‘seguro’ su número 2 en el próximo draft como el 1 de Victor Wembanyama.

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Kobe Bryant y Pau Gasol lideraron a los Lakers en los anillos logrados en 2009 y 2010.

Otras Fuentes

“Creo que la gente todavía no se da cuenta de lo que fue Pau, de su inteligencia. Me siento un afortunado de haber jugado con él, es de los jugadores más versátiles que he visto nunca. Está aún infravalorado. 100%”, asegura un excompañero del de Sant Boi en los Lakers como Robert Sacre, General Manager de los Vancouver Bandits de la liga canadiense. “Si no hubiera sido por él, los Lakers y Kobe Bryant no ganan esos dos anillos”, recuerda Sacre, otra de las voces en este viaje a través de la extensa carrera de Pau en una NBA que no deja de rendirle reconocimientos con interesantes paradas como su cruda y profunda rivalidad con Kevin Garnett, su especial y a la vez intensa relación con Kobe Bryant.

Pau, ‘profesor’… con 21 años

El mayor de los Gasol es hoy motivo de orgullo y admiración pero también de arrepentimiento todavía para unos Hawks a los que, el de momento ruinoso intercambio de Luka Doncic por Trae Young con Dallas les retrotrae todavía a aquella fatal decisión de enviar al número 3 del draft de 2001 a Memphis por Shareef Abdur-Rahim. Ajeno a ello, Pau, aun con mucho que aprender, llegó a sus 21 años a la ciudad de Teennesse ya enseñando a su primer entrenador, Sidney Lowe.

“¿Las instrucciones de Lowe? Simplemente le dejaba jugar, él ya podía hacer muchas cosas. Veía en él cosas de Kevin Garnett y también era similar a Nowitzki pero él podía ser incluso mejor porque era más alto y manejaba mejor la bola tan joven. Él contribuyó a cambiar el juego del pívot en la NBA ”, recuerda Tony Massenburg, compañero del de Sant Boi en su primer año de ‘rookie’ y un apoyo muy importante para él como conocedor también del Barça, azulgrana la temporada 93-94.

Pau Gasol, midiéndose a Tony Massenburg cuando el ex azulgraba jugaba en los Kings

Pau Gasol, midiéndose a Tony Massenburg cuando el ex azulgraba jugaba en los Kings

Getty Images

“Yo ya sabía que Pau estaba preparado para jugar en la NBA. Conocía a Aíto y al Barça, les dije a los demás que era un club que tenía un buen sistema, unos buenos fundamentos, y que Gasol también estaba listo porque la liga española era una gran competición”, destaca Massenburg, ahora comentarista de los partidos de los Wizards para NBC Sports.

“Estuve sólo un año, pero guardo grandes recuerdos de Barcelona. Esa temporada ganamos la Copa y la Liga al Real Madrid. Solía salir con Galilea, Quique Andrés y Corey Crowder, el padre de Jae Crowder, nos lo pasábamos muy bien. Con Pau hablábamos de lo maravillosa que era Barcelona”, rememora Massenburg, pívot él y ala-pívot Gasol en esos inicios en los Grizzlies, donde ese muchacho tan formal y ‘modosito’ en el vestuario mutaba en la cancha.

“Recuerdo que era un chico muy callado, a pesar de que para llevar sólo un año en Estados Unidos su inglés era muy bueno. Pero luego jugaba muy duro en la pista”, recuerda Gordan Ciricek, compañero el croata del de Sant Boi en Memphis el curso 02-03. “Era muy delgado pero muy habilidoso, podía jugar en todas las posiciones. De hecho, ganó peso pero él siempre fue delgado. Estaba proyectado para ser el principal jugador de la franquicia y merecía ese papel. En la vida no puedes afirmar nada al 100%, pero ya mostraba potencial de lo que acabaría siendo”, asegura el ex de Sixers, Fenerbahçe y CSKA entre otros, encandilado por las múltiples personalidades como jugador que era capaz de exponer en el parqué Pau, aunque con un evidente punto débil entonces.



“Le faltaba jugar más duro físicamente, era algo que tenía que aprender. Pero ganó también masa muscular y lo acabó cogiendo con el tiempo”, apunta Batiste. El primero, a base de golpes, que enseñó con muy rudos modales a Pau de qué iba la NBA iba a ser Kevin Garnett ya en su primer año en la NBA. En términos de ‘caricias’ pero también de ‘piropos’. Avisado estaba desde el vestuario.

-Pau, Kevin te va a hacer ‘trash talking’. Tú no te descentres y juega duro-, le dijeron varios de sus compañeros al mayor de los Gasol, entre ellos Massenburg y otros como Nick Andersen, Shane Battier, Brevin Knight…

“Les dije a los demás en el vestuario que, viniendo del Barça y de la ACB, Pau estaba preparado para la NBA”


Tony MassenburgJugador del Barça en el curso 93-94 y ex compañero de Gasol en los Grizzlies

Pero la dura e irreductible palabrería ‘barata’ de ‘The Big Ticket’ acabaría amainando. Nada como sea Massenburg el que siga con esa sabida pero todavía emocionante y conmovedora historia.

“Y le clavó ese mate, una jugada terrorífica, qué uno contra uno…”, explica el exazulgrana, cuya voz paralizada todavía por la emoción se percibe al otro lado del teléfono. “Ya no hubo más ‘trash talking’, Garnett se quedó sorprendido, ese día Pau se ganó su respeto. Garnett quería intimidarlo pero Pau respondió muy bien. Luego le felicitamos en el vestuario, estábamos orgullosos de él”, explica el interior, notorio todavía su orgullo sobre lo que hizo ese Pau, de su insolente mirada de reojo al entonces jugador de los Minnesota Timberwolves mientras un propio compañero de equipo, Stromile Swift le pegaba ese empujón en tono de “la qué has liado, tío”.

Con esa especie de rabioso aullido, se presentaba definitivamente a la NBA el de Sant Boi, aunque, ajeno a la creciente fama y al ruido, nunca cesó el trabajo detrás de la escena. “Era también su ética de trabajo, siempre haciendo trabajo individual, mejorando, añadiendo cosas a su juego. Tenía todo el ‘pack’ para la grandeza, era cuestión de tiempo que le acabara ocurriendo”, reflexiona Batiste. “Sí, siempre mejorando, un apasionado del baloncesto”, destaca también Ciricek.

Pau y la 'Bomba' pasaron medio año juntos en Memphis

Pau y la ‘Bomba’ pasaron medio año juntos en Memphis

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Crecía y crecía el fenómeno generado por un Pau bendecido con una especie de poder para cambiarlo todo, de hacer probar a Memphis una ilusión entonces inédita para la franquicia -también cuando estaba instalada en Vancouver-, como jugar unos playoffs -los primeros en curso 2003-2004-, de llevar a España a su primer Mundial (2006), de ‘arrastrarlo’ todo. Hasta a Juan Carlos Navarro, tan arraigado a ‘su’ Barça’, al otro lado del charco.

“Si no hubiera sido por Pau, no hubiera ido a Memphis”, reconoce a MD Navarro, desplazado también a Los Ángeles el actual General Manager del club azulgrana. “Pau me ayudó para que jugara bien, me ayudo dentro de la pista con el idioma y fuera también a toda la familia. Eso hizo más fácil nuestra estancia allí en un sitio nuevo para nosotros”, añade la ‘Bomba’, un solo pero magnífico año en la NBA con 11 puntos, 2,6 rebotes, 2,2 asistencias con un 36% en triples en 25,8 minutos, jugando el All-Star y llegando a igualar el récord de triples de ‘rookie’ en un mismo partido de Jason Kidd y Chris Duhon con un 8/9 ante New Orleans.

“Si no hubiera sido por Pau no hubiera ido a Memphis, su marcha me afectó mucho”


Juan Carlos Navarro 

Bien que conocieron en el vestuario de los Grizzlies al ‘Zipi y Zape’ del Barça y del baloncesto español como rememora Warrick. “Eran inseparables, para Juan Carlos también fue más fácil tener a Pau en el equipo, su juego desde el perímetro y sus tiros flotantes eran increíbles. No ‘pillaba’ nada de lo que hablaban, pero sí ‘pillé’ la comida española, porque recuerdo que antes de empezar la temporada aquel año fuimos a Málaga, un viaje que nunca olvidaré”, recuerda el interior sobre un viaje en el que los Grizzlies perdieron ante Unicaja (102-99).

“Nunca había visto algo como lo de Pau, en España era una súper estrella, no podía ir a ningún lado. Recuerdo una anécdota divertida con él y Navarro en Málaga. “Mira qué playas tan grandes decían”, yo les decía que eran pequeñas y ellos insistían en que eran grandes, cuando Pau ya estaba acostumbrado a las playas grandes de América”, explica Hakim Warrick.



Gasol le daba más y más a los Grizzlies pero la franquicia de Teennesse no podía colmar el deseo de expansión hacia el horizonte del anillo del de Sant Boi, siempre lejos de él, eliminado el equipo en primera ronda en sus tres apariciones en playoffs (2004, 2005 y 2006). “Pero Pau no quería irse de Memphis”, aclara Warrick. Pero llegaron los Lakers en febrero de 2008 para llevarse al mayor los Gasol, encontrarle a Kobe Bryant la pareja que le faltaba y sacudir la NBA.

“La marcha de Pau nos afectó a todos, al equipo porque se fue una pieza clave y a mí porque personalmente se me fue mi pilar, la ayuda que tenía tanto dentro como fuera de la pista de él era muy grande”, reconoce Juan Carlos Navarro. “Pero también me puse muy alegre por lo que pasó y lo que significó eso para su carrera”, destaca al mismo tiempo la ‘Bomba’. “Suerte que meses después llegaría Marc”, recuerda Warrick.

Kobe y Pau, un primer encuentro ‘furtivo’

En aquella noche del 2 de febrero de 2008 en Washington -los Lakers jugaban al día siguiente ante los Wizards-, amanecería el ya eterno idilio para siempre entre Pau Gasol y Kobe Bryant. Porque había puro y auténtico sentimiento entre los dos, como si de una clandestina y romántica noche de incontenible pasión se tratara, Kobe no pudo esperar al día siguiente y fue a ver a Pau a su habitación del hotel la misma noche en la que aterrizó el de Sant Boi para declararle, directo y sin rodeos, lo que quería de él.

“Pau, vamos a ganar el anillo”, le soltó ya, de buenas a primeras Kobe, en una escena que desveló Gasol en una charla con Ibai Llanos. ‘The Black Mamba’ endurecería el corazón del pívot, tan acusado de blando tras perder la final de 2008 ante los Celtics de su tan ‘rozado’ Kevin Garnett, teniendo que aguantar sarcásticos juegos de palabras como ‘Ga-soft’ (suave). “Kobe pedía lo mejor de Pau, siempre estaba motivándole y presionando en los entrenamientos para que sacara su mejor, hizo un gran trabajo”, recuerda Matt Barnes, compañero del pívot en los Lakers. “Eso de que Pau era ‘blando’ es definitivamente un mantra”, advierte Sacre. 



“Él quería que Pau fuera más agresivo, aunque fuera haciéndole ‘trash talking’ en los entrenamientos. Sabía que Pau era clave para su éxito”, destaca Barnes. Entre el amor y el odio hay un paso pero, a pesar de las ‘provocaciones’ de Kobe, jamás se resintió esa íntima amistad. “Todo quedaba ahí, no hubo nunca diferencias, Gasol sabía que eso era para ser mejor”, aclara el alero.

“¡Lo que más me sorprendía de esa relación es que hablaban en español!”, advierte Robert Sacre sobre los entresijos de esa bonita pareja que acabaría consumando su relación con los anillos de 2009 y 2010 en aquellos Lakers con el incombustible Phil Jackson al mando y también los Ron Artest, Lamar Odom, Derek Fisher y compañía. Pudo demostrar Kobe, al fin, que podía alcanzar el título también sin Shaquille O’Neal. Su fiero liderazgo encajaba también a la perfección con el del catalán.

“¡Lo más sorprendente es que Kobe y Pau hablaban en español!”


Robert SacreCompañero de Pau en los Lakers

“Pau era un líder pero en el sentido de ser un ejemplo en todo, nada de chillar. Era un ejemplo en todo, dentro y fuera de la pista, en cómo se cuidaba, era perfecto para la grandeza de Kobe. Tenía un gran espíritu, el mejor chico que he conocido nunca”, resalta Barnes.

Pero el ’16’ también vivió el duro desmantelamiento de aquellos Lakers, involucrado sobre todo en rumores de traspaso en sus dos últimos años -12-13 y 13-14, sin tan siquiera poder ir a playoffs los de púrpura y oro en 2014. El de Sant Boi acabó saliendo a los Chicago Bulls. “Se hablaba de rumores de traspaso, pero él no se quería ir”, apunta Sacre. “Nunca te quieres ir de casa, y menos cuando vives en Los Ángeles, en la playa… Pero Pau fue siempre muy profesional, siguió centrado en lo suyo y continuó rindiendo. ¿Si fue un error de los Lakers dejarle ir? Así es como funciona el negocio, él luego tuvo unos buenos años en Chicago”.

Chicago, el renacer de Gasol

Aquellos dorados años en Los Ángeles habían terminado pero, a pesar de contar ya con 35, Pau no se había acabado. Ni por asomo. No era para nada lo que transmitía el de Sant Boi, impactado por su mentalidad un Nikola Mirotic que se encontró con el catalán en los Bulls en su primer año en la NBA. “Yo recuerdo a un Pau que llegó a Chicago con mucha hambre, con ambición de demostrar que estaba todavía a un gran nivel. Tuvo una temporada excepcional en la que jugó a un grandísimo nivel, batió varios récords, recuerdo un partido contra los Bucks que metió 46 puntos -su máximo registro anotador-, y fue All-Star con Marc. Fue un privilegio estar ese primer año con él”, subraya el hispanomontenegrino.

Pau estuvo dos años con Mirotic en los Bulls. Se reencontrarían en 2021 en el Barça

Pau estuvo dos años con Mirotic en los Bulls. Se reencontrarían en 2021 en el Barça

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Diez días antes, el de Sant Boi había estampado 9 tapones contra los Nuggets. “Su influencia en mí fue enorme, fue una gran ayuda para mí era todo nuevo y en muchas cosas necesitaba aprendizaje a pesar de acumular experiencia en Europa y siempre dije que es mi hermano mayor. Él estuvo en los momentos más importantes de mi carrera y me ayudó en mi crecimiento en el sentido de cómo jugar a ese nivel en la NBA, la mentalidad, aprender a tener paciencia. Ha sido un privilegio estar con él en los Bulls, la selección y el Barça”, destaca el líder azulgrana.

Pau iba a ser mentor de Mirotic pero también de otros jóvenes como el actual pívot del Coviran Granada, Cristiano Felicio, que llegaría el curso 15-16 a Chicago, impresionado por lo que iba a vivir de cerca en Chicago tras contemplar los estremecedores 35 puntos del de Sant Boi contra Francia en la semifinal del Eurobasket de 2015. “Sí, vi ese partido, él era también capaz de hacer esas cosas con España”, bromea el brasileño.



“Me siento bendecido de haber compartido equipo con él. Aprendí mucho de él, tanto dentro como fuera de la pista de aspectos como la lectura del juego. Tenía excelencia en eso, veía los pases antes de que ocurrieran las jugadas”, destaca Felicio. “Su mentalidad seguía de ganar el anillo. Teníamos una combinación de jugadores con experiencia como él, Joakim Noah y Derrick Rose. No fuimos a playoffs, pero aprendimos mucho de esa temporada”, explica el interior del Granada.

Pero para Pau, que promedió 18,5 puntos, 12 rebotes y 3 asistencias en el equipo de Tom Thibodeau en su primer año -una de sus mejores campañas en la NBA-, pocos ‘trances’ más duros que el de enfrentarse a su íntimo tras haber compartido tanto. “Para él era realmente duro enfrentarse a Kobe, tener que jugar contra tu amigo… Pero había que ser profesionales”, recuerda el brasileño, sorprendido por el afán de superación que mantenía Pau. “Intentaba mejorar en los triples, porque, lo demás, podía hacerlo todo…”, apunta Felicio.

San Antonio, la pasión sigue intacta

El cénit del mayor de los Gasol en el perímetro por estadística llegaría en San Antonio, la penúltima estación de su viaje en la NBA antes de ser cortado por los Bucks por la grave lesión de pie que casi le retira en la enfermería antes que en la pista. En los Spurs, yéndose a juntar con Tony Parker y Manu Ginóbili, llegó a disparar un devastador 54% con 1,6 intentos por partido el curso 17-18. En ese equipo estaba Joffrey Lauvergne, alucinado con lo que veía en alguien que ya lo tenía todo hecho.

“Pau ya tenía 37 años, se estaba haciendo mayor y su rendimiento ya no era el de antes. Pero su pasión por el juego era la misma, su profesionalidad era ejemplar. Gregg Popovich quería que enseñara a los jóvenes y todavía dejó buenos números (10 puntos y 8 rebotes en 23,5 minutos)”, destaca el hoy jugador del ASVEL, presidido precisamente por Parker.

Pau Gasol coincidió con Tony Parker en los Spurs

Pau Gasol coincidió con Tony Parker en los Spurs

Getty Images

“Parker y Pau se llevaban muy bien, hacían bromas por sus enfrentamientos con la selección. Recuerdo una anécdota muy divertida en Milwaukee con ellos. Yo había ido con Mirotic a un restaurante que me había gustado mucho el año anterior y les llevé a ellos cuando fuimos a jugar ante los Bucks. Me di cuenta de que no era un restaurante nada especial, era de una cadena y la gente empezó a mirar a Pau y Tony, como preguntándose qué hacían en un sitio con tanta gente. Al salir, me dijeron que la próxima vez elegían ellos, que esas cosas tenían que decidirlas ellos”, explica entre risas el francés.

Joven pero también maduro, maduro pero también ‘viejo’, y hasta ‘retirado’, Pau ha seguido y sigue impactando en todo y todos. A quienes no se les pregunta, ya les sale de dentro decirlo. Como a Ricky Rubio.

“Ha liderado a toda una generación, y no solo dentro la pista sino también fuera de ella. Ha sido una gran ejemplo, y con su ejemplo ha liderado. Aprendí como ser un profesional, como cuidar de tu cuerpo para poder llegar a las mejores condiciones físicas y mentales. Y sin duda, su ambición para ser mejor cada día. También fuera la pista, ayudando y dejando su huella en muchos ámbitos sociales”, destacó el de El Masnou en sus redes. No le puede también definir mejor Jorge Garbajosa, quien también le vivió de cerca en la NBA.

“De Pau aprendí la ambición por ser mejor cada día”


Ricky Rubio

“Hablar de Pau es hablar del mejor jugador de la historia del baloncesto español y uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto mundial, de modo que su figura y su trayectoria son únicas y el legado que nos ha dejado una vez fuera de las canchas, sencillamente eterno. Ha sido para todos un ejemplo de compromiso, con el baloncesto en general, con el baloncesto español en particular y con los valores que encarna nuestro deporte. Jugar su último partido con la camiseta de España y en unos Juegos Olímpicos, y ahora ver su 16 colgado del techo del Crypto.com Arena da la medida de lo que ha representado, representa y seguirá representando para todo el deporte español”, destaca el presidente de la Federación Española de Baloncesto.

Fue Pau Gasol pionero para el baloncesto español pero también fue uno de ellos en la NBA por todo lo que ha dado al juego con su vanguardista visión de la figura del pívot tan extendida y reconocida hoy en la mejor liga del mundo. Después de todo lo vivido y triunfado, ningún honor como el que tu dorsal sea elevado al firmamento de Los Ángeles, pero tampoco ninguno como el de que cada día, por su impacto en él, sea el propio baloncesto el que te recuerde cada día.




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