El legendario jugador de la NBA
Paul
Pierce ha hablado, casi 20 años después, del capítulo más oscuro de su vida. El 25 de setiembre del año 2000, cuando el ex jugador de Boston
Celtics, Brooklyn
Nets, Washington
Wizards y Los
Angeles
Clippers cumplía su tercer año como jugador profesional, fue apuñalado en un club de la ciudad de Boston.
‘The
Truth’ recibió hasta 11 puñaladas en cara, cuello y espalda y tan solo la rápida intervención de su hermano y del también ex jugador de los Celtics
Tony
Battie evitaron que Pierce muriera desangrado.
El alero de Oakland, que se retiró en 2017, se recuperó y logró volver a jugar esa misma temporada, aunque según ha explicado él mismo, le quedaron algunas secuelas psicológicas después del ataque que sufrió: “Mucha gente no lo sabe, pero durante dos años estuve llevando dos pistolas siempre conmigo. Estaba paranoico… No podía estar en aglomeraciones con mucha gente, no podía dormir… Necesité que la Policía vigilara mi casa las 24 horas del día durante mucho tiempo”.
Estaba paranoico
Pierce, elegido en el número 10 del Draft de la NBA en 1998 por los Boston
Celtics, fue hasta 10 veces All-Star y logró un anillo de campeón de la NBA con el conjunto verde y blanco en una histórica final ante Los
Angeles
Lakers en la que fue designado MVP.
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