Puede que hablar de Paula Echevarría y Miguel Torres sea hacerlo de una de las parejas más sólidas del panorama nacional. El confinamiento tan estricto que hemos vivido ha sido toda una prueba de fuego que han pasado con nota. Por delante se planteaban meses ‘encerrados’ juntos las 24 horas del día y los 7 días de la semana. Lejos de hacer mella en ellos, la relación ha salido fortalecida y tiene muchas ganas de afrontar su particular ‘nueva normalidad’ con varios proyectos vitales en mente. Sin ir más lejos, su boda. Son varios los rumores acerca del compromiso, pero lo cierto es que todavía no se han decidido a dar ese paso, ni tampoco el de ser padres juntos.
Ha pasado un año desde que Miguel Torres empezara a barruntar la idea de dejar el fútbol para dedicarse únicamente y exclusivamente a su ocio y vida personal. El exjugador del Málaga recogió los réditos de más de una década como profesional y tras dos años siendo objeto de iras de la afición del equipo andaluz, decidió colgar las botas. Su retirada se hizo efectiva el pasado 4 de julio, pero un mes antes había decidido romper su silencio con una rueda de prensa muy tensa en la que se defendió de las acusaciones de quienes pensaban que había tirado por la borda su carrera desde que conociese a Paula Echevarría: «Todo lo que me viene en la vida me lo tomo como un crecimiento. Visualizo si he cometido errores, tengo la conciencia tranquila. Llevo una vida ejemplar como futbolista y en lo personal. Con mi edad y mi experiencia, tengo claro lo mismo. La gente joven puede priorizar otros temas», esgrimió.
Uno de los primeros movimientos de la pareja fue instalarse en la nueva casa de Paula Echevarría. Una espectacular mansión, ubicada en Villafranca del Castillo (Madrid) donde dispone de 500 metros cuadrados, repartidos en cuatro dormitorios, seis baños, jardín, garaje y piscina. Una vivienda ideal para desconectar e iniciar una vida en familia, si es que alguna vez decidieran tener descendencia. Es ahí donde han pasado esta cuarentena en la que el exfutbolista ha sacado su lado más cocinillas, regalándose a su chica auténticas delicias en forma de platos. Y hay una cosa que llama potencialmente la atención: Miguel Torres apenas sale de ella o por lo menos se deja ver muy poco. Su hogar es la piedra angular de su nueva normalidad y da la sensación de que cuanto más tiempo pasan juntos, mejor están, ya que desde que comenzaran a salir en 2017 apenas se han separado.
De hecho, durante el confinamiento solo se han separado una vez y ha sido para ponerse a punto. Una visita a ‘Tacha Beauty’, el centro de estética de cabecera de Paula Echevaría, para someterse a unos cuantos tratamientos de belleza tras la cuarentena. La actriz ya ha comenzado con sus compromisos publicitarios, pero muchos se preguntan en qué ocupa su tiempo Miguel Torres. Lo que es seguro es que esta ‘nueva normalidad’ la van a pasar juntos y muy enamorados.