Pedro Martínez, entrenador del BAXI Manresa, asegura que no tiene el secreto del éxito del equipo esta temporada, asentado en la lucha por ser cabeza de serie en playoff y presente en la Final Four de la Champions que se juega este fin de semana.
“No hay un secreto, han encajado muchas cosas pero incluso a nosotros nos han sorprendido los resultados porque están por encima de lo que esperábamos”, asegura el entrenador barcelonés. “Muchos jugadores también se han mostrado sorprendidos por su nivel. Ha coincidido que han llegado jugadores jóvenes con ganas de ganarse contratos en equipos grandes, jugadores en una edad óptima para rendir al máximo nivel y todos se han caído bien. También hay veteranos como Rafa Martínez que dan mucho equilibrio en el día a día. Y hemos tenido suerte porque sin suerte no se consigue. Hemos de disfrutarlo”.
El BAXI Manresa, que este año ha sido capaz de ganar en las pistas del Barça y del Madrid en ACB y suma ya el título de Lliga Catalana, se ha ganado el derecho a ser el centro de interés baloncestístico de este próximo fin de semana en Bilbao, donde disputará la Final Four con la ilusión de la conquista del título. El Manresa se mide al MHP Riessen Ludwisburg alemán el viernes a las 21:00 horas en una de las semifinales. Previamente se habrán enfrentado Lenovo Tenerife y Hapoel Holon en la otra.
El entrenador del equipo manresano afronta esta cita desde la ilusión pero también con el habitual discurso en valores de humildad y prudencia.
“Al final es un partido más y a la hora del partido habrá que estar centrados en las cosas de siempre”, explicó Pedro Martínez, en un encuentro con los medios celebrado el pasado martes en Barcelona con vistas a esta cita bilbaína. “Tenemos el último recuerdo de la Copa donde la sobre-excitación no nos fue muy bien. Muchas veces es decisivo cómo entras en los partidos porque si empiezas haciendo las cosas bien todo es más fácil y si no, muchas veces tienes la cabeza en esos errores del inicio”, explica.
Si Pedro mantiene ese discurso de prudencia es, en buena medida, porque reconoce los méritos del que será rival del equipo en semifinales. “En esta competición los equipos no son súper-conocidos pero este (el Riessen Ludwisburg) ha contado recientemente con jugadores muy buenos”, dice Pedro. “Este año han seguido un camino igual que nosotros y han conjuntado un equipo muy bueno que practica un buen basket y es muy físico. Lo que me hace sufrir más es que es un rival con identidad: son agresivos, pro-activos atrás y con tres o cuatro jugadores en roles protagonistas en ataque. Ganaron dos veces al Lenovo en la fase de grupos. Es un muy buen equipo y le tenemos todo el respeto”.
Del Ludwiburg se dice que es el equipo que practica el basket más novedoso y avanzado del continente, algunos dicen que posmoderno. Cuenta con un grueso de jugadores de entre 1,90 y 2,02, grandes atletas, lo que permite al técnico John Patrick implantar una defensa intensa y agobiante que destaca por la presión en primera línea.
Ir preparados para afrontar a este rival, pues, es fundamental como también el aspecto anímico y físico. Por de pronto, el técnico catalán espera contar con el concurso de sus bases Sylvain Francisco, que ya se entrena con el grupo, y con Dani Pérez, algo más retrasado en su convalecencia pero con opciones de ayudar.
Pero, como siempre en el BAXI, la clave será el trabajo colectivo. De igual manera que Martínez asegura que no hay secretos en el éxito del Manresa, tampoco le vale atribuir a elementos puntuales del club los méritos. Cuando se le pregunta por el ojo clínico del general manager, Xevi Pujol, admite su aportación pero destaca al colectivo. “Xevi ha sido muy importante pero lo logrado es tarea de todos y el protagonismo es de todos. Lo planificamos juntos todo y lo sufrimos todos. Esto es lo que hay que preservar”, concluye.